Casas Large y Esters, Van der Rohe
A lo largo de las diferentes etapas de la historia las construcciones arquitectónicas han sido una de las huellas más representativas de las sociedades que las engendraron, en este sentido a nadie se le hace extraño el estudio de una catedral, ermita o castillo en el ámbito de la historia del arte, pero lo que quizás sí resulta más llamativo es el hecho de que en esta disciplina se puedan estudiar viviendas familiares entendiendo éstas como verdaderas obras de arte. Y es que a finales del siglo XIX y durante buena parte del siglo XX, algunos de los arquitectos más destacados de todos los tiempos lograron plasmar su propia concepción arquitectónica en sencillas viviendas unifamiliares. En estos casos una tipología de obra arquitectónica sencilla se convierte en una auténtica obra de arte capaz de plasmar el pensamiento artístico de su creador y de la sociedad en la que ésta levantó.
Es precisamente en este contexto en el que podemos situar dos viviendas unifamiliares que el conocido arquitecto Mies Van der Rohe levantó para para dos familias, la familia Large y Esters. Ludwing Mies Van der Rohe (1886 – 1969) es una de las figuras artísticas más destacadas de la arquitectura contemporánea y en la actualidad se le considera como uno de los arquitectos que mayor empuje otorgó a las construcciones con nuevos materiales.
Poco después de que el artista entregase la Casa Wolf le surgió un nuevo encargo relacionado con las viviendas unifamiliares, en esta ocasión era dos viviendas colindantes que habrían de levantarse en un terreno elevado y que pertenecían a dos importantes socios de la industria textil. La obra fue importante no sólo por el encargo en sí sino porque a partir de éste Mies Van der Rohe estableció estrechos lazos con la Sociedad Textil que le otorgaron interesantes obras.
En este caso las Casa de las familias Large y Esters plantean una nueva concepción arquitectónica en el uso de algunos materiales, a primera vista podríamos plantearnos el hecho de la estructura principal de los edificios se ha levantado en ladrillo rojo un elemento tradicional en el campo arquitectónico que se venía utilizando desde la época de los romanos, sin embargo la realidad es que por primera vez en un edificio europeo el ladrillo se concibe meramente como un elemento decorativo mientras que la estructura de ambas arquitectura está realizada en hormigón y acero, un hecho que posibilita la apertura de grandes ventanales en el paramento.
Son precisamente estos ventanales los cuales cuentan con mayor amplitud en la zona de los jardines, los que establecen un nexo de unión entre el interior de la vivienda y el espacio natural, pero en las Casas Large y Esters Van der Rohe no contaba con espléndidas vistas hacia los que orientar los edificios por lo que el arquitecto decidió que el foco de atención debía estar en el propio interior de las viviendas.
En planta podemos observar como el arquitecto ha omitido en esta ocasión un elemento vertebrador en la vivienda optando por la disposición de espacios continuos que permiten el tránsito a través de ellos.