Catedral Zamora
La Catedral del Salvador se construyó en Zamora en el siglo XII gracias al patrocinio del monarca Alfonzo VII y Doña Sancha, hermana de éste. El emplazamiento escogido seguramente había sido el de una primitiva catedral o iglesia en las inmediaciones del castillo del monarca y cercana al río Duero. Si bien es cierto que las fechas concretas de su construcción han sido bastante discutidas, lo que no se ha discutido en absoluto es el hecho de que su construcción se llevara a cabo en poco años, así de no haber sido por las remodelaciones posteriores, el conjunto hubiera gozado de una gran armonía en conjunto.
La catedral tiene planta de cruz latina y consta de tres naves con la central más ancha y alta que las laterales que se disponen en cuatro tramos bien diferenciados. Las naves laterales están cubiertas por bóvedas de arista capialzadas mientras que la nave central lo hace con bóveda de crucería.
El crucero era sobresaliente en planta y la cabecera que sería tripartita seguramente debiera parecerse a la construida en la cercana Colegiata de la ciudad de Toro; con todo la cabecera fue sustituida en el siglo XV por los modelos tardogóticos que vemos en la actualidad y que permiten un menor desarrollo del transepto de lo que en origen se había proyectado.
En la zona marcada por la intersección y la nave central se levanta un imponente cimborrio, quizás lo más característico de la catedral zamorana. La zona del cimborrio se cubre con una cúpula que se levanta sobre pechinas, presenta un tambor horadado con dieciséis vanos y un novedoso sistema de cubrición a base de una doble cúpula: la cúpula interior es semicircular y gallonada mientras en el exterior se presenta como una cúpula ligeramente apuntada y flanqueada por cuatro cupulines. Lo más llamativo sea quizás su decoración realizada en piedra imitando los motivos de una escama de pez que ponen de manifiesto las relaciones existentes con las culturas orientales y en especial con los musulmanes.
A los pies de la catedral se levanta una robusta torre campanario de tres alturas que casi alcanza los 45 metros de altitud y cuya compañera no llegó a construirse. Parece ser que la torre en su origen estaba almenada y durante bastante tiempo sirvió como prisión del cabildo catedralicio.
De las distintas remodelaciones que allí se realizaron cabe destacar la construcción del coro en el siglo XVI por Juan de Bruselas. De este siglo también es la portada principal con un pequeño patio frente a ella. Especial mención merece la única portada original que se conserva, La puerta del Obispo construida en el Siglo XIII según los modelos del románico francés.
La austeridad de la catedral de Zamora está más en relación con los modelos de monasterios cistercienses que con las construcciones que se estaban realizando en estos momentos en la Península, quizás fueran las influencias francesas que penetraron en la Península a través del camino de Santiago o con mayor seguridad, el origen francés del desconocido maestro de obra que erigió el imponente templo.