Catedral de Espira
Se puede decir que la arquitectura alemana de estilo románic0 tuvo su epicentro en la región de Renania, y de alguna forma es un reflejo de la tradición artística carolingia y otónica.
Dentro de ese arte románico alemán uno de los edificios más destacados fue esta Catedral de Espira, que se comenzó a construir hacia el año 1030 y se terminó aproximadamente un siglo más tarde. Si bien, hoy parte de aquel templo románico está cubierto por un edificio más moderno.
En origen tuvo una gran fachada en el lado occidental, mientras que en la zona oriental se levantó una torre cruzada y otras dos gemelas. Este esquema es una especie de influencia de la región italiana de Lombardía, un territorio que siempre había sido deseado por los germánicos. Y si la miramos en líneas generales, sin duda alguna la iglesia tiene muchos más aires lombardos que normandos, por ejemplo.
No obstante, el tamaño y las proporciones son más propias del norte de Europa. De hecho, para hacernos una idea, lo podemos comparar con otro gran templo contemporáneo: la gran Catedral de Durham. Y si los comparamos, el templo de Espira tiene una nave que es un tercio más alta y ancha que la enorme iglesia británica.
Esta nave a principios del siglo XII, todavía en tiempos románicos, se dividió en tramos cuadrados y se cubrió con pesadas bóvedas de arista. Mientras que hasta entonces la cubierta del templo había sido de madera.
En esta construcción es la primera vez en la que los muros de una nave están articulados por una serie de grandes arcos, que a su vez engloban destacadas arcadas y unas ventanas muy altas. Una composición que hace que sea posible elevarla tanto, lo cual todavía se ve reforzado por el empleo de pilares compuestos.
Estos pilares compuestos tienen forma cuadrangular. De esta manera tienen una semicolumna hacia las naves laterales para recibir el empuje de las bóvedas de arista que la cubren, mientras que en el lado de la nave central, asciende esa columna hasta el nivel de las ventanas superiores para recibir los arcos ciegos que las encuadran.
Con el tiempo, este tipo de pilares cuadrangulares iban a ir ganando poco a poco importancia, y no solo desde un punto de vista estructural y arquitectónico, sino también para acoger a la escultura monumental de la época, la cual se encontraba totalmente supeditada a las iglesias y buscaba lugares donde aparecer, y aquí iba a encontrar un buen soporte para las figuras.