Ciudad de Chan Chan
Los restos arqueológicos de la ciudad de Chan Chan en Perú no son los más conocidos de este país, pero sin embargo es una de las más apasionantes y de las más grandes urbes prehispánicas que se han conservado. De hecho es la ciudad construida en adobe más grande de todo el continente, con una extensión de prácticamente 20 kilómetros cuadrados.
Tanto es así que la ciudad se compone de diversas ciudadelas palaciegas, cada una de ellas amuralladas, de las cuales solo se puede visitar en la actualidad la Ciudadela de Nik An. Y entre cada una de esas ciudadelas hay más restos de casas, calles y elementos de un gran ciudad, que en su periodo de máximo esplendor tendría una población de más de 60.000 habitantes.
Y es que Chan Chan fue la capital de la cultura chimu y se desarrollaría a lo largo de varios siglos, concretamente entre el siglo IX y el XV, cuando aquella cultura y la ciudad quedaron prácticamente devastadas por el afán imperial de los incas. Y además lo poco que quedó, más tarde tuvo que sufrir el paso de los españoles, incansables buscadores de oro.
La organización de la urbe a partir de varias ciudadelas se debe a que cada rey chimu se construía su palacio, lo amurallaba y se hacía levantar allí los edificios para todos sus seguidores. E incluso era enterrado en ese lugar palaciego, eso sí, acompañado de un buen número de personas a las que se les sacrificaba. Y su sucesor volvía a repetir el proceso de construir una nueva ciudadela.
En esa siguiente ciudadela se volvía a repetir el mismo esquema. Es decir, se seleccionaba un área rectangular y se cercaba con una alta muralla, la cual solo se abría en un punto ubicado al norte. Y a partir de ahí se generaba un eje norte-sur e iban surgiendo diversos sectores entre los que no faltaban las plazas, los depósitos y los pozos, y la futura plataforma funeraria donde sería enterrado el gobernante.
Y lo bueno es que todo ello se hacía con el barro como material predilecto. Y en un territorio donde el agua no es precisamente cuantiosa. A todos muros de adobe se les daba más consistencia con el empleo de cañas. Y la gran ventaja de este material es que es fácilmente moldeable, e incluso permite el añadido de relieves en forma de series con representaciones de lo más variado. Desde motivos geométricos hasta otros de carácter animal donde se distinguen aves o peces.
Parece un milagro pero este material del adobe ha resistido el paso de siglos, de destrucciones y de expolios. Sin embargo ahora está gravemente amenazado debido al cambio en las condiciones climáticas, ya que las lluvias torrenciales, cada vez más frecuentes en esta zona de Perú, amenazan con ir destruyendo el conjunto arqueológico.