Barca funeraria de Keops
El mundo de ultratumba y del más allá siempre ha estado presente en la historia de la humanidad sin importar el lugar o el tiempo en el que nos situemos, desde la prehistoria hasta la edad contemporánea pasando por los mal llamados siglos oscuros de la Edad Media y posteriormente la Edad Moderna, el tratamiento que las distintas culturas y sociedad hacían a sus difuntos ha sido una inestimable fuente de información.
En este sentido, si pensamos en la inhumación, son muchas las culturas que desde la antigüedad han optado por enterrar a sus difuntos y son muchas también las que han optado por hacer esta inhumación en una barcaza funeraria en lugar del conocido sarcófago. En general, tendemos a pensar que solamente el pueblo vikingo utilizó los barcos a modo de enterramiento; sin embargo, existen barcos funerarios -aunque bien es cierto que menos conocidos que los vikingos- de épocas muy anterior como por ejemplo de las antiguas dinastías egipcias.
A mediados del siglo XX, concretamente en el año 1945, el arqueólogo egipcio Kamal el-Mallakh se encontraba excavando en las inmediaciones de la Gran pirámide de Guiza, concretamente a los pies de la fachada sur de la pirámide de Keops, cuando halló una serie de losas de piedra dispuestas a modo de parapeto. En un principio, el gobierno egipcio no pareció otorgarle demasiada importancia al descubrimiento, sin embargo, y ante la insistencia del arqueólogo, se concedieron los permisos pertinentes para excavar la zona.
Para cuando los trabajos arqueológicos se encontraron más de 1224 piezas que conformaban una barcaza realizada en madera noble de cedro y con todos los aparejos necesarios para su utilización. Reconstruir la pieza llevó a los expertos más de diez años de trabajo pero finalmente la barca se pudo reconstruir con el noventa y cinco por ciento de las piezas originales. La barca cuenta con más de cuarenta y tres metros de longitud -eslora- y unos seis metros de ancho o manga.
Sabemos que los egipcios creían que el dios del sol Ra realizaba un viaje durante el día y la noche en el que guiaba el paso del sol por la tierra (día) y posteriormente por el mundo subterráneo (noche); este mismo concepto se asemejaba al paso del mundo de los vivos al de ultratumba y ellos lo representaron con barcazas rituales o barcas solares sin embargo, el caso que nos ocupa es más particular ya que la barca muestra indicios de haber estado en el agua, quizás pudo ser utilizada para trasportar el cuerpo del faraón Keops desde Menfis hasta Guiza y que posteriormente se enterrase a los pies de la pirámide para que el faraón pudiese utilizar el barco en su otra vida aunque en realidad no hay hecho fehacientes que apoyen esta teoría.