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Estación de metro Toledo en Nápoles

Publicado por A. Cerra

Interior estación de metro Toledo en Nápoles

La línea 1 de metro de la ciudad italiana de Nápoles se ha considerado en los últimos tiempos como la línea de transporte suburbano más hermosa del mundo. Y eso se debe a que prácticamente en todas sus estaciones se han realizado intervenciones artísticas del más alto nivel.

Aquí han participado grandes artistas del mundo en las más variadas disciplinas y con los estilos y técnicas más distintas. Pues bien de todo el conjunto, parece haber un consenso general en señala estación de Vía Toledo como la más bella de todas.

Se trata de una estación que se sumerge hasta 50 metros en el subsuelo de la ciudad y en la que han intervenido numerosos creadores. Si bien todos ellos han seguido el proyecto arquitectónico redactado por el arquitecto español Óscar Tusquets Blanca.

En ese proyecto se han invertido hasta 7 años de trabajo para su culminación en el año 2012. Una obra que ha incluido tanto los trabajos externos de la plaza donde se ubica la boca de metro, como los propios del espacio subterráneo. De hecho la unión entre espacio interno y externo es clave para comprender el conjunto de la obra. Al exterior se ven unas estructuras que se convierten en claraboyas de la estación.

De hecho esa luz natural es la protagonista de la intervención ya que inunda la estación con lo que se ha denominado cráter de luz concebido por un cono truncado y que llega hasta el andén propiamente dicho y que es el más profundo de la ciudad.

En realidad el proyecto nos propone esa inmersión en el subsuelo a través de la luz. Una inmersión que se adentra en la tierra, pero también en el mar, ya que la parte baja está a un nivel inferior que el freático del Mediterráneo. De hecho, toda la zona que estaría sumergida bajo el mar, queda completamente cubierta de mosaicos azules. Mientras que más arriba esos mosaicos tiene los tonos amarillos y ocres de la roca volcánica de una ciudad tan cercana al Vesubio.

Curiosamente en ese recorrido hacia abajo también se descubren los restos de lo que fueron las murallas medievales que se construyeron a finales del siglo XV durante el periodo de dominio de la ciudad por parte de Fernando el Católico, rey de Aragón.

Por otra parte hay una sucesión de mosaicos del artista William Kentridge en los que se representa episodios de la historia napolitana.

No obstante, sin duda alguna lo más espectacular de todo el conjunto es el Cráter de luz que ya hemos nombrado. Un gran cono ideado por el arquitecto y sobre el que el artista visual Robert Wilson ha concebido un juego de luces LED de los más sofisticado y elegante. Y todo ello para un espacio por el que pasan cada día miles y miles de ciudadanos. Lo cual siempre es reseñable.