Estación de Atocha en Madrid
El edificio de la Estación de Atocha de Madrid es uno de los más emblemáticos de la arquitectura ferroviaria en España y además un magnífico ejemplo de lo que por entonces se conoció como arquitectura de los nuevos materiales.
Se trata de una obra fruto de un largo trabajo de un amplio equipo de ingenieros y arquitectos. Por un lado estaría un estudio de ingeniería de Bélgica, donde Saint James, realizaría los cálculos del proyecto. Mientras que gran parte del desarrollo arquitectónico es obra de Alberto de Palacio y Elissague, diseñador de obras tan características de finales del siglo XIX como son el Palacio de Cristal del Parque del Retiro, también en Madrid, o el Puente Colgante de Vizcaya que todavía se mantiene en pie y en uso a día de hoy, uniendo ambas orilla de la ría de Bilbao.
Cuando se comenzó a proyectar la Estación de Atocha, Madrid ya contaba con otras estaciones ferroviarias, la del Norte y la de Delicias. Pero entonces surgió la de Atocha que pronto se iba a convertir en una estación comparable con otras grandes obras europeas de la época.
Atocha se construyó entre el 1889 y 1892. Y el resultado fue realmente impresionante. Su estructura exterior es la de un arco parabólico en acero, que posteriormente se convirtió en hierro laminado. Eso se cubre con paramentos vítreos, y el arco se flanquea por dos torreones de ladrillo de estilo ecléctico.
En realidad, se puede decir que su estructura es la de un casco de nave invertido, lo cual sobre todo sirve para lograr una amplitud interior considerable, más de 7.000 metros cuadrados diáfanos, sin apoyos intermedios. Un modelo que posteriormente se extendió en otras estaciones ferroviarias.
Toda la construcción es bastante ecléctica, no solo en cuanto a los materiales, también en lo referente a los elementos ornamentales.
Y lo cierto es que el valor de la obra original es inmenso, tanto que ha sido escrupulosamente respetado en remodelaciones posteriores, algunas llevadas a cabo por grandes personalidades de la arquitectura, como lo es el arquitecto actual Rafael Moneo, autor de obras emblemáticas como el Kursaal de San Sebastián o el Museo de Arte Romano de Mérida, además de remodelador de otros espacios de primer orden como es el Museo del Prado, por cierto vecino de la Estación de Atocha.
Pues bien,un siglo después Moneo hubo de llevar a cabo una adaptación de la estación al nuevo tipo de ferrocarriles que iban a llegar aquí en 1992. Es decir, los trenes de alta velocidad. Momento en el que se creó un jardín tropical en el interior de la propia estación.
No obstante, si hay una fecha ligada a la Estación de Atocha, es mucho más reciente. Se trata del 11 de marzo de 2004. Ese año y en este lugar si vivió el atentado más sangriento de España. En recuerdo de ello se puede ver aquí un monumento en homenaje a las víctimas.