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El Olimpeion

Publicado por A. Cerra
Olimpeion de Atenas

Olimpeion de Atenas

El Olimpeion o templo de Zeus Olímpico de Atenas se sitúa en la actualidad en una amplia explanada, prácticamente vecina al centro de la actual capital de Grecia.

Su aspecto actual es el de una gran ruina, ya que tan sólo se contemplan columnas aisladas y dispersas, y sin embargo la enorme elegancia de estos elementos de mármol siguen irradiando la majestuosidad con la que fue concebido este templo.

Para empezar, cuando se construyó se trataba de un enorme templo que alcanzaba los 180 metros de longitud y más de cuarenta de anchura. Teniendo en cada uno de sus lados largos dos filas de veinte columnas, mientras que en los dos frentes cortes hubo en cada uno tres filas de ocho columnas. Lo que da un total de 104 esbeltas columnas. Es decir, una obra de enormes dimensiones que se dilató enormemente en el tiempo.

Tanto es así que sus obras se iniciaron allá por el siglo IV antes de Cristo, pero no se concluyó hasta el siglo II de nuestra Era. Y esa finalización de las obras se dio gracias al emperador romano Adriano. Un verdadero apasionado de la cultura helénica, el cual cuando llegó a Atenas en el año 125 vio el templo sin acabar y fue el verdadero impulsor de que se acabara.

De esta manera, cuando Adriano retornó siete años después a Atenas fue el encargado de consagrar el templo, y la enorme estatua criselefantina (o sea, de oro y marfil) que hubo en su interior personificando a la figura del dios Zeus.

Lamentablemente tantos siglos de obras y de esfuerzo no fueron impedimento para que ya en el siglo III, concretamente en el año 267, ya fuera una ruina saqueada. Un estado ruinoso que fue aumentado durante los siglos siguientes hasta la actualidad, cuando tan sólo quedan en pie 15 columnas.

Se trata de unas columnas que se encuentran entre las más bellas de todas las conservadas del orden corintio, bien sea en tierras helenas o del imperio romano. Unas columnas altísimas realizadas en mármol muy blanco. Para lograr semejante altura, evidentemente se realizaban por tramos, ya que haberlas hecho de un único bloque marmóreo hubiera sido prácticamente imposible, debido a la dificultad de extraer bloques de mármol de semejantes dimensiones, además de lo dificultoso que hubiera sido su posterior transporte, tallado y colocación.

Aquí en el templo Zeus Olímpico se puede comprobar cómo se realizaban estas columnas. En la extensión de este yacimiento arqueológico se ve una columna caída prácticamente entera. La tumbó un huracán y eso supuso que hoy se contemple y quede como modelo del modo de trabajarlas, ya que se ven las diferentes partes o tambores que formaban el fuste de la columna, coronada por el capitel corintio.

No es el único de elemento de interés en las inmediaciones del templo, ya que formando parte del conjunto arqueológico también se pueden ver las trazas de una zona de baños, así como la denominada Puerta de Adriano por la que se accede al interior de la explanada, y que mantiene el nombre del emperador que fue el gran impulsor de este enorme templo.