Iglesia de San Cebrián de Mazote
La iglesia de San Cipriano o San Cebrián se sitúa en la localidad vallisoletana de San Cebrián de Mazote. Este tipo de iglesias prerrománicas están en relación con las luchas por la reconquista entre cristianos y musulmanes. Si bien su origen es incierto, parece ser que esta construcción del siglo X se asienta sobre las bases de un antiguo edificio visigodo. Con todo San Cebrián será uno de los monasterios más importantes de su época como demuestra el hecho de que su propia iglesia sea el templo de este periodo de mayores dimensiones.
El templo, de planta basilical, sigue s los esquemas de las construcciones prerrománicas de la meseta como San Pedro de la Nave (Zamora), está formado por tres naves de las cuales la central es más ancha y alta que las laterales, y está separada de éstas a través de arcos formeros de tipo herradura que aparecen sustentados por columnas con capiteles historiados. En total aparecen unos treinta y ocho capiteles que se agrupan en parejas y han sido reaprovechados de otras construcciones, posiblemente algunos de ellos pertenecieran a la precedente iglesia visigótica.
El crucero que apenas sobresale en planta, sí lo hace en altura y da paso a una cabera tripartita que remite a las construcciones del prerrománico asturiano. Es una cabecera tripartita con testero plano, la capilla central tiene mayor profundidad y altura que las laterales y se alinea en un eje simétrico con el nártex de entrada. La singularidad de San Cebrián viene en resaltada por la especial configuración de sus capillas, semicirculares al interior se articulan en paramentos lisos al exterior, presentando así una contraposición entre los espacios rectos y circulares que ofrece dinamismo a la composición.
La cubrición en las naves se realiza a través de artesonados de madera a dos aguas, las capillas laterales se cubren con bóvedas de arista y los espacios semicirculares –capilla centra, brazos del crucero y nártex- con bóveda gallonada.
Al exterior el edificio fue realizado en mampostería reservando las piedras mejor labradas, sillares, para las esquinas al igual que en las construcciones prerrománicas de Asturias como Santa María del Naranco. Destaca el aspecto sólido y macizo de la construcción típico de las edificaciones de esta época. Los espacios volumétricos interiores tienen su correspondencia con las formas del exterior.
El eclecticismo es uno de los valores más singulares en la iglesia de San Cebrián de Mazote: las naves remiten a las primitivas basílicas paleocristianas, el testero al arte prerrománico asturiano, los arcos formeros con forma de herradura son reminiscencias de las construcciones mozárabes y en la decoración de capiteles encontramos sin duda alguna elementos visigodos.
Especial mención merece una estela o friso encontrada en la propia iglesia que representa de manera geométrica y muy primitiva dos monjes o santos en las inmediaciones de la muralla de un castillo.
Mazote es, sin duda alguna, la construcción que mejor refleja la convivencia de distintas culturas y estilos artísticos en la Península Ibérica en un espacio temporal donde los conflictos por conquistar y reconquistar territorios eran una constante.