Iglesias de la plaza del Popolo de Roma
En esta plaza romana se encuentran dos iglesias del arquitecto barroco Carlo Rainaldi (1611 – 1691). Se trata de las iglesias de Monte Santo y Santa María de los Milagros.
En realidad, en este arquitecto recayó el encargo de toda la transformación urbanística de la plaza, en la que había que unificar una funcionalidad urbana y por otro lado su carácter sacro representado por estas dos iglesias, que desde lejos parecen iguales, pero sin embargo, son distintas aunque se complementan entre sí.
Vamos a empezar por la iglesia de Monte Santo. Se trata del templo que está a la izquierda.
Su planta es un óvalo longitudinal, en cuyos lados largos hay tres capillas separadas por pilares. Mientras que el presbiterio es muy profundo. Se trata de un interior con una presentación muy unitaria, ya que en la parte superior hay un entablamento que une todas las columnas. De alguna forma es un elemento que no solo une, sino que dirige a los fieles hacia el presbiterio.
Por lo tanto como en otros templos del Barroco italiano, los arquitectos son capaces de crear plantas centrales, como aquí un óvalo, pero dotarlas de un sentido que indique dirección con un eje longitudinal, algo que a priori es paradójico.
Y la otra iglesia, la situada a la derecha, es la iglesia de Santa María de los Milagros. Tanto en esta obra como en la anterior, Rainaldi contó con la colaboración de Carlo Fontana, un arquitecto bastante clasicista.
Aquí estamos en la iglesia de planta circular. Y su interior es bastante diferente, respecto a la iglesia de Monte Santo. De alguna forma es una templo más rainaldesco, mientras que el anterior sería más clásico y se vería más la mano de Fontana.
En cambio aquí, Rainaldi crea en esa planta circular dos ejes diferentes. Uno transversal y otro longitudinal, quedando un espacio de concepción muy compleja. Esas variantes las va marcando con distintos elementos.
Por ejemplo, en una planta circular él es capaz de integrar una serie de tres capillas, y con ellas nos plantea un juego de colores, porque en esas capillas usa tonos muy claros en materiales y elementos como los grandes pilares que las separa, mientras que en la zona superior colocar un entablamento marcando la horizontalidad con un color muy oscuro, marcándonos direccionalidad hacia el presbiterio.
Pero hay más juegos de dualidad a lo largo de la iglesia, como si constantemente el arquitecto quisiera jugar y nos presentará una cosa pero también la contraria.
Es decir, Rainaldi con estas dos iglesias de la Plaza del Popolo, similares pero diferentes, nos presenta él por si solo varias vías de la arquitectura barroca italiana.