Krak de Chevaliers 1
El Krak de Chevaliers representa uno de los máximos hitos arquitectónicos de las construcciones que se construyeron durante las Cruzadas en tierras del Oriente Próximo. Lugares a los que los cristianos entre los siglos XI y XIV enviaron expediciones militares para conquistar Tierra Santa y las rutas de peregrinación cristianas que estaban en manos de los musulmanes.
Concretamente esta portentosa edificación se levantó en un lugar estratégico durante las incursiones de los cruzados en el valle del río Orontes, que dominaba desde su altura, y que servía para la protección de la ciudad de Homs en Siria.
Lo cierto es que por su emplazamiento y sus formas se convirtió en un lugar prácticamente inexpugnable. Se había edificado sobre una fortaleza anterior, que se modificó sustancialmente. Se le dotó de tres líneas de defensa, dos anillos concéntricos de murallas y un tercer nivel que sería la torre del homenaje situada en el centro.
El Krak de Chevaliers estuvo ocupado desde el año 1109 por los miembros de la Orden del Hospital, quiénes lo convirtieron en su cuartel en el año 1142. Y desde aquella fecha la fortaleza resistió hasta doce cruentos asedios por parte de los ejércitos locales, hasta que finalmente fue tomado por las tropas bereberes en el año 1271. Si bien para conseguir derrotar definitivamente a los cristianos tuvieron que luchar durante un periodo muy largo y muy duramente.
Las crónicas relatan que las fuerzas bereberes primero lograron cercar todo el castillo, para posteriormente acceder hasta el recinto exterior que quedaba rodeado por las dos líneas de murallas y torres. En este espacio había un foso y también las cisternas para almacenar el agua que abastecía a los habitantes. Por lo tanto era una zona muy importante desde un punto defensivo y también para la vida de los habitantes del castillo. Por ello asediaron desde anillo exterior durante un mes a los cristianos, hasta que finalmente se vieron obligados a capitular ante las tropas bereberes. Podría parecer que ese fue el final de esta fortaleza, sin embargo no acabó aquí la historia de esta construcción, ya que fue un destacado bastión militar que se mantuvo en uso hasta el año 1932.
Evidentemente una ocupación tan prolongada ha proporcionado diferentes reconstrucciones y modificaciones a la construcción original. Sin embargo, la calidad de la obra inicial ha hecho que se mantenga en gran parte como en sus inicios, y eso lo convierte en uno de los mejores ejemplos de la arquitectura militar medieval, en la que se mezclan elementos de la tradición normanda, sus constructores, con la influencia de las antiguas fortificaciones árabes que descubrieron en este territorio.
Un ejemplo admirado enormemente y entre las mejores críticas que ha podido recibir a lo largo de los siglos se encuentra la del ya mítico T. E. Lawrence, es decir, Lawrence de Arabia, quién la describió como: