La arquitectura del Gótico inglés
A lo largo de la historia del arte, los expertos han marcado una división categorizada por ciertas características que hace que los edificios, pinturas o esculturas pertenezcan a uno u otro estilo, sin embargo dentro de un mismo estilo, el gótico en este caso concreto, podemos encontrar diferencias tan sustanciales entre unas u otras regiones que podríamos pensar que se trata de estilos completamente distintos así, y siguiendo el estilo que hoy nos ocupa en esta entrada, podemos señalar como las características del gótico italiano poco o nada pueden parecerse al gótico inglés, y es que este último presenta unas formas peculiares muy determinadas.
Si bien resulta cierto que el estilo gótico nace en Francia y que a partir de este lugar se difunde por todo el mundo, no menos cierto es que la estética francesa fue determinante en las distintas evoluciones del estilo, en Inglaterra por ejemplo podemos encontrar dentro de una misma obra –La Catedral de Canterbury- formas semejantes al gótico francés –uno de los maestros que intervino en la construcción de la Catedral era de origen francés- y otras completamente opuestas a éstas –por ejemplo, en el desarrollo del coro de la cabecera-.
Pero quizás uno de los hechos más distintivos de la arquitectura gótica inglesa sea su propia datación la cual nada tiene que ver con las fechas que se barajan en el gótico peninsular. Así en la arquitectura inglesa encontramos un primer gótico conocido como Early Gothic que dataría de entre 1170 y 1240 donde la influencia del gótico francés está presente en la decoración pero la estructura responde a un modelo influido por las formas normandas, que aún conserva ecos románicos como la tendencia a la horizontalidad y a los bastos paramentos. De esta época encontramos diversas catedrales como la de Lincoln, Salisbury o Wells y en todas ellas podemos apreciar las destacadas fachadas de telón que ocultan el espacio interior.
Entre el año 1240 y el 1330 el Decorated Style cuando se retoma la verticalidad de los conjuntos monumentales y hay una gran labor en la decoración de los ventanales gracias a las tracerías. De esta época destacan diversas Salas Capitulares como las que encontramos en la Catedral de Wells o en Salisbury.
Pero quizás las formas más representativas del gótico inglés se hayan producido en la última etapa conocida como Perpendicular Style. En esta época se desarrolla uno de los sistemas de cubrición más espectaculares de toda la historia de la arquitectura, la bóveda de abanico que permite elevar la altura de las construcciones y que además marca la pauta decorativa de los edificios con múltiples líneas y moldurillas que recorren los paramentos. Esta amplia red de nervios traslada los empujes de modo que el paramento queda libre de la función sustentante y hace que en él se puedan abrir enormes vanos con vidrieras de preciosos colores.
En esta época nos encontramos obras como la famosa Capilla del King´s College de Cambridge, La Capilla de Enrique VIII o incluso la Catedral de York