La Casa Rietveld-Schröder
La Casa Rietveld-Schröder también conocida como la Casa Schröder es una de las construcciones más novedosas que se han llevado a cabo en el campo de la arquitectura. Sin duda esta es una de las obras más importantes de Gerrit Thomas Rietveld (1888 – 1964), hijo de un ebanista Rietveld se formó en arquitectura pero también trabajó como interiorista y diseñador de muebles.
En 1919 entra a formar parte del grupo vanguardista De Stilj y bajo los parámetros artísticos de esta corriente vanguardista desarrolla esta lujosa residencia, la única manifestación arquitectónica del movimiento. En ella se desarrollan los principios básicos de este movimiento artístico: las formas simples, la utilización de los colores primarios, la línea recta, la integración de los distintos campos artísticos en una sola obra…
Situada en Utrech, Holanda, la edificación data de 1924; en esta fecha la señora Truus Schröder-Schrader encargó al arquitecto Rietveld la construcción de una vivienda para ella y sus tres hijos. Finalmente la misma comitente acabaría trabajando junto con el arquitecto en el diseño y organización del que sería su propio hogar. Ambos acordaron trabajar bajo una sola premisa, la fluidez y la flexibilidad de los espacios.
La construcción fue realizada a partir de materiales como el ladrillo, el acero y el vidrio reservando el hormigón tan sólo para los balcones y cimientos de la construcción.
El espacio está diseñado en dos plantas distintas, la primera de ellas se reserva para las estancias comunes: cocina, salón, comedor, sala de lectura… la segunda alberga los dormitorios y una especie de lacena. Sin duda lo más novedoso es la separación de los espacios a través de paneles móviles que permiten abrir las habitaciones de los niños de manera que todas ellas queden comunicadas y unidas como si de un espacio de juego se tratase o cerrarlas consiguiendo la habitual intimidad de estos espacios. En realidad la idea de los paneles móviles fue de la señora Truus, Rietveld había optado por dejar un gran espacio abierto que tan sólo se diferenciaba del aseo y el baño; sin embargo Schröder pretendía que su hogar fuera completamente funcional y útil por lo que decidió darle intimidad a los espacios.
Sin duda otro de los grandes atractivos de la vivienda es la continuidad existente entre los espacios interiores y exteriores así como en la decoración de todo el conjunto. Si bien la Casa Rietveld-Schröder permanece ajena al conjunto de viviendas que la rodean –se encuentra situada en la esquina de una manzana sin establecer ningún tipo de relación con las edificaciones circundantes- sí que se estable un perpetuo diálogo entre sus formas, el exterior sigue los mismos principios estéticos de la vanguardia Del Stilj, las líneas que configuran los espacios con rectas y en ellas destaca la fluidez con la que parecen discurrir en cada plano, el cubo y el rectángulo son los elementos que configuran cada espacio y la decoración está en sintonía con la funcionalidad de cada espacio.
Así la vivienda de la señora Truus Schröder-Schrader se podría considerar como la verdadera transformación tridimensional de cualquiera de los lienzos de Mondrian.