Casa Loos
El edificio Michaelerpltz también conocido como la Casa Loos es una de las obras más conocidas y destacadas del arquitecto Adolf Loos. Con esta obra se introduce en la ciudad de Viena un nuevo concepto más racionalista, sosegado y clasicista que se aleja de la tradicional estética barroca que con su dinamismo y su ostentosidad ocupaba cada uno de los rincones de la ciudad vienesa. En el edificio Michaelerplatz, Loos se ha ocupado de cada uno de los detalles y ha sabido conjugar a la perfección dos tipologías arquitectónicas: la parte inferior del edificio se ha reservado como espacio comercial mientras que las cuatro plantas superiores son viviendas privadas.
Adolf Loos (1870 – 1933) es una de las figuras más destacadas de la arquitectura de finales del siglo XIX y principios del XX. Loos comenzó sus estudios en la Escuela de Artes y Oficios de Reichenberg en Bohemia, vivió una vida alocada y tardó bastante tiempo en terminar la carrera de arquitectura. Viajó por Europa y a Estados Unidos donde vivió al menos tres años y se empapó de una novedosa estética que posteriormente influirá en sus edificaciones. Su concepción arquitectónica romperá con el historicismo academicista para centrarse en los aspectos más racionalistas y funcionales de la arquitectura la cual debía estar, según el artista, adaptada para cubrir las nuevas necesidades de una nueva sociedad.
La Casa Loos se encuentra ubicada en el centro histórico de Viena; su fachada principal está orientada hacia una de las plazas más famosas de la ciudad y a su alrededor encontramos múltiples construcciones historicistas. La obra fue encargada por Goldman & Salatch, una las mejores firmas de moda de la época, que pretendía utilizar la parte baja del edificio como parte de sus tiendas.
La zona inferior –aquella destinada al comercio- se estructura en tres pisos diferentes; en el exterior se presenta como un gran zócalo de formas simples y un tanto macizas pero en el interior los espacios son amplios y diáfanos. Los muros de separación se han eliminado y en su lugar sencillos pilares sustentan el edificio. El techo es uno de los elementos más cuidados por Loos y es precisamente aquí donde el artista mejor ha marcado la división de espacios a través de vigas transversales que en realidad tan sólo son decorativas. La zona comercial presenta una sencilla decoración con formas simples realizadas a base de materiales nobles como la madera o el mármol traído desde Grecia.
Las cuatro plantas dedicadas a la vivienda se han realizado con una estructura de hormigón armado y pilares móviles que permiten modular el espacio según los propietarios. En el exterior la zona de viviendas se contrapone a la parte comercial cuyo zócalo de mármol grisáceo destaca frente al revoque blanco que Loos utiliza en la fachada superior. Al finalizar el proyecto el proyecto del Edificio Michaelerpltz contaba con un peculiar aspecto, casi inacabado, que contrastaba con el resto de las construcciones de la ciudad. El ayuntamiento obligó a Los a colocar grandes maceteros en los ventanales para decorar el edificio.