Monasterio de la Transfiguración del Monte Sinaí
Este monasterio ubicado en Egipto tiene tres nombres. Se puede decir que el más oficial sería el de Monasterio de la Transfiguración. Si bien, se levantó en el lugar bíblico donde se supone que Moisés vio como ardía una zarza y se le aparecía Dios, por ello también se conoce como Monasterio de la Zarza Ardiente. Y aún tiene una tercera denominación como Monasterio de Santa Catalina de Alejandría, por estar aquí cobijadas las reliquias de esa santa.
El hecho es que hoy en día es un templo perteneciente a la Iglesia Ortodoxa de Jerusalén, aunque se trata de un espacio sacro para judíos, cristianos y musulmanes. Algo bastante común en esta zona de Oriente Medio, y más aún en un territorio como la Península del Sinaí donde se encuentra, un territorio que ha sido motivo de guerras.
Los orígenes de la construcción se remontan a tiempos de Constantino el Grande, cuando su madre mandó construir una capilla en el lugar donde se quemó la zarza de la Biblia. Y más tarde, hacia la mitad del siglo VI y con el gobierno de Justiniano I se mandó construir un monasterio allí.
Pero hay más nombres importantes en la historia de este templo, ya que de él habla Mahoma y hasta se construyó una mezquita en el lugar. Y por supuesto también fue un lugar venerado por las Cruzadas.
No obstante, pese a ser uno de los monasterios habitados más antiguos del mundo, su existencia no ha sido nada fácil, e incluso a su alrededor se conservan las murallas que lo defendieron de todo tipo de acosos.
La basílica del monasterio tiene cinco naves y guarda en gran parte su aspecto original, sobre todo en su puerta o su techumbre de madera donde se conservan diversas inscripciones que recuerdan que fueron el emperador Justiniano y su esposa Teodora los grandes artífices del mismo. Además de esto hay numerosas obras de arte, desde mosaicos propios del arte bizantino hasta numeras pinturas de iconos rusos o griegos, y un sinfín de objetos litúrgicos de gran valor. Aunque tal vez lo más increíble del Monasterio de la Transfiguración, es que pese a su situación a los pies del Monte Sinaí, haya resistido el paso del tiempo en un territorio convulso como pocos. Y precisamente ahí existe una de las bibliotecas históricas más valiosas del mundo, con miles de manuscritos y códices escritos en diversas lenguas y referentes a religiones distintas. Hay textos en griego, en hebreo, en copto, en georgiano, en armenio,… y también en árabe, de hecho, una de sus joyas es un texto del profeta Mahoma.