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San Martín de Frómista

Publicado por Laura Prieto Fernández

La iglesia de San Martín de Tours en Frómista se sitúa en el camino de Santiago en la provincia de Palencia. Estilísticamente es uno de los ejemplos más claros de arte románico aunque por ella han pasado sucesivas restauraciones. El edificio primitivo fue mandado construir por Doña Muniadona de Castilla, reina consorte del monarca pamplonés Sancho Garcés III. La iglesia formaría parte de un convento hoy desaparecido dedicado al mismo santo.

La iglesia, de planta basilical, se configura con tres naves longitudinales de las cuales la mayor es más ancha (el doble) que las laterales. El espacio de las naves se divide en cinco tramos a través de arcos formeros que son sustentados por pilares de sección cuadrada a los que se les ha adosado unas columnilla, formando una cruz.

El último tramo de las naves de mayor tamaño, se configura como crucero de la iglesia pero éste no aparece marcado en planta sino tan solo en altura. En el centro del crucero destaca el cimborrio octogonal que hacia el exterior se eleva imponente en altura permitiendo la entrada de luz en el templo y en el interior se remata con cúpula semiesférica apoyada sobre arcos torales. El paso de la sección cuadrada a la circular se consigue a través de trompas.

La cabecera es tripartita y en ella, cada una de las capillas termina en semicírculo otorgando mayor profundidad a la capilla central que las laterales. El templo, siguiendo los modelos bizantinos, carece de presbiterio

La cubrición tanto de la nave central como de las laterales se realiza con bóveda de cañón.

En el exterior del templo se aprecian perfectamente los volúmenes interiores como es típico de la época románica. De sus cuatro portadas: dos en el sur, una en el oeste y otra en el norte, es ésta última la que mejor conserva su estructura original y en ella se hacen patentes las características estilísticas románicas que llegarían a Frómista a través del Camino Jacobeo. A los pies de la iglesia dos torres cilíndricas enmarcan el acceso del templo.

En cuanto a la decoración destacar la línea de imposta ajedrezada que recorre el edificio otorgándole horizontalidad. Los capiteles, muchos de ellos réplicas de los originales que se conservan en diversos museos, tienen una variada temática destacando los temas vegetales y de roleos, algunas escenas bíblicas y moralizantes y la interacción entre hombres y animales.

Si bien es cierto que Frómista se ha convertido en uno de los ejemplos más didácticos de iglesia románica (en ella es fácil distinguir cada uno de los parámetros característicos de este estilo artístico) sus múltiples reconstrucciones hacen que su esencia original se haya desvirtuado. Realmente el edifico llegó a encontrarse en una situación bastante precaria hasta que en 1894 fue declarada Monumento Nacional y entonces comenzó su reconstrucción. Ésta fue realizada por Aníbal Álvarez quien, siguiendo los planteamientos de Violet Le Dyck, trató de devolver al edificio su estado original aunque para ellos hubiera que llevar a cabo grandes intervenciones y reconstruir gran parte de la obra (siempre siguiendo su estilo artístico).