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San Miguel de Escalada

Publicado por Laura Prieto Fernández

El conjunto monástico de San Miguel de Escalada del que en la actualidad tan sólo se conserva la iglesia principal es una de las obras más destacadas del arte de repoblación que se desarrolló en la Península Ibérica tras la conquista musulmana.

Según fuentes documentales y una lápida fundacional hoy desaparecida, en el año 912 un grupo de monjes cordobeses encabezados por el abad Alfonso se trasladaron desde Córdoba a León para levantar allí un pequeño monasterio que estuviese dedicado al arcángel San Miguel. El lugar escogido fueron los restos de un antiguo templo anterior, de época visigoda, el cual reconstruyeron en tan solo un año y en el que se aprovecharon los materiales de etapas anteriores tanto visigodas como romanas. El templo sufrió graves daños en la invasión de Almanzor al reino de León en 988 y hubo de ser remodelado. En el siglo XII las dependencias del monasterio fueron ocupadas por una congregación de monjes agustinos después de que el monarca Alfonso III cediese su titularidad a su hermana Sancha. Fue en el siglo XIX con la desamortización de Mendizábal cuando el conjunto monástico se abandona completamente y se pierde la parte monástica conservándose tan solo el templo.

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Nos encontramos ante una iglesia de planta basilical y divida en tres naves con la central de mayor altura; la división de las naves se realiza a través de columnas cuyos capiteles han sido aprovechados de construcciones anteriores seguramente romanas o visigóticas. Sobre las columnas, amplios arcos de herradura separan las tres naves formando un amplio y diáfano espacio interior que tan sólo se ve interrumpido por el iconostasis y cáceles que separan el cuerpo de la nave de la cabecera y que se configuras a través de dos arcos de herradura y celosías de tipo animal y vegetal.

La cabecera que es tripartita y de testero plano al exterior, está conformada por tres arcos de herradura cuya cubrición se realizó con cúpulas gallonadas de tendencia orientalizante. El resto de la construcción estaba cubierto con un complicado artesonado de madera que no ha llegado hasta nuestros días y ha sido sustituido por una cubierta más sencilla y duradera.

La iluminación del conjunto se ha realizado a través de ventanas rectangulares abiertas en la zona superior de la nave principal y otras ventanas bíforas con arcadas de herraduras abiertas en el testero del templo. En cuanto a los motivos ornamentales que decoran el templo se basan en elementos vegetales y zoomorfos característicos del arte mozárabe y de repoblación.

Especial mención merece en el templo de San Miguel de Escalada, el bellísimo pórtico que se ha abierto en el muro sur de la edificación y que muy posiblemente esté relacionado con la arquitectura prerrománica asturiana, en especial con el templo de San Salvador de Valdedios. Se trata de un espacio porticado conformado por doce arcadas de herradura de las cuales son siete son obras mozárabes del siglo X y las restantes son añadidos posteriores; las arcadas se encuentran apoyadas sobre columnas peraltadas con capiteles corintios y cimacios de mármol.