San Salvador de Valdediós
A lo largo del siglo IX toda la Península Ibérica estaba dominada por dos facciones, por un lado las fuerzas islámicas que habían llegado al territorio español en el año 711 y por otro lado, los monarcas cristianos que pronto comenzaron desde el reino de Asturias un proceso de Reconquista. Es precisamente en este contexto cuando de una manera gradual comenzaron a aparecer las primeras construcciones prerrománicas ligadas fuertemente a la monarquía asturiana. Esos mismos monarcas fueron los que propiciaron la repoblación de las tierras que paulatinamente iban conquistando y gracias a ello, las influencias de la cultura hispanomusulmana llegaron incluso al norte de España. De esta manera podemos explicar por qué en obras como la que aquí nos ocupa, El Monasterio de San Salvador de Valdediós –también conocido popularmente como El Conventín-, ubicado en Villaviciosa (Asturias) podemos encontrar influencias de la arquitectura islámica.
El templo parece ser fue construido a lo largo del siglo IX y consagrado en el año 893, como relata la lápida conmemorativa de su fachada principal; por ello la obra está adscrita al periodo de la época de Alfonso III cuando la arquitectura prerrománica comienza una época de aislamiento y en la que paulatinamente se encamina hacia el estilo románico pero que en algunas ocasiones muestra las influencias del arte musulmán.
La iglesia de San Salvador de Valdediós es un templo con planta basilical, es decir sin crucero marcado en planta, con tres naves de cuatro tramos; la nave principal es más ancha y alta que las laterales permitiendo así la iluminación del templo. Las naves se separan entre sí a través de arcadas de medio punto levantadas en ladrillo y que se sustentan por pilares de sección cuadrada ligeramente achaflanados en sus esquinas. En la zona de los pies aparece un pequeño nártex que ocupa las tres naves del templo; mientras el espacio de la nave central está ocupado por una tribuna destinada al monarca, en la zona inferior de las estancias laterales podemos encontrar pequeños accesos parecen ser un lugar de penitencia. Por su parte en la cabecera del templo encontramos un testero plano con tres estancias que se abren a las naves a través de arcos de medio punto esta vez sujetos por columnas y cuyos capiteles han sido reaprovechados de construcciones anteriores.
En los laterales del templo se añadieron dos capillas o estancias cuadrangulares que al exterior harían las veces de crucero y se pueden confundir con éste; hoy una de esas estancias ha desaparecido conservándose solamente la estancia del muro sur conocida como La Cámara del Obispo. Es precisamente sobre este muro sur donde se levanta una especie de pórtico o galería con ventanales de medio punto que iluminan la estancia y acceso al exterior a través de una puerta de arco de medio punto y otra adintelada que comunica con el interior del templo. Si bien es cierto que los expertos han determinado que esta estancia es posterior al resto del conjunto, resulta poco común encontrar este tipo de construcciones en las iglesias prerrománicas.