Iglesia de san Salvador de Bolonia
Este templo de estilo barroco en la ciudad italiana de Bolonia se construyó entre los años 1605 y 1623, y es obra de varios arquitectos, ya que el diseño general de la obra lo planteó Giovanni Ambrogio Magenta en 1605, sin embargo el grueso de las obras no las dirigió él, sino que las llevó a cabo entre 1613 y 1623 el arquitecto Tomasso Martelli.
De alguna forma esta iglesia tiene características afines con Il Gesú de Roma, auténtico referente para toda la arquitectura italiana de los comienzos del Barroco. Esas similitudes se basan en que se plantea un recinto de una única nave a la que dan las capillas que entre sí están comunicadas a través de los gruesos contrafuertes. Además el crucero se encuentra alineado con el resto de la construcción. A eso hay que sumarle la presencia de una gran cúpula central y una cabecera de desarrollo poligonal.
No obstante, no todo son similitudes con la obra de Vignola, también se ven claras diferencias. Por ejemplo, se observa que la cubrición de la nave se hace de modos diferentes, porque en dos de sus tramos se recurre al uso de lunetos, mientras que en el tramo central la cubierta se realiza mediante una bóveda de arista.
Y por si esa variedad fuera poca, en las embocaduras de las distintas capillas se realizan las cubriciones a diferentes alturas, planteando un ritmo de baja – alta – baja.
Por otra parte se ve un elemento muy emblemático de la arquitectura de las iglesias barrocas, porque también aquí se ve una fusión entre lo que sería una planta de cruz latina con tratamientos propios de una cruz griega. De esa manera se pretenden unir las características de elementos de tipo longitudinal con otros mucho más centrales.
Sin embargo, al hablar de las cubiertas proyectadas en esta iglesia de san Salvador de Bolonia todavía no hemos mencionado su aspecto más novedoso. Este no es otro que el sentido ascendente de la misma, es decir, que va creciendo en altura en dirección al altar, algo que tradicionalmente había sido a la inversa.
En definitiva, esta iglesia no es obra de los arquitectos más grandes del Barroco italiano pleno como pueden ser Carlo Maderno o Francesco Borromini, y sin embargo es un magnífico ejemplo de como fundir diferentes ideas e influencias. Ya que otra fusión magníficamente resuelta es la de la tradición del norte de Italia, con regiones de estilos tan particulares como el de Lombardía, con las novedades constructivas que han supuesto las grandes iglesias de la Contrarreforma en Roma. Y desde luego con esta fusión de influencias se están creando las bases de lo que posteriormente será la arquitectura barroca en Turín con Guarino Guarini (San Lorenzo), en Roma con Carlo Rainaldi (plaza del Popolo), o en Venecia con Baldassare Longhena (La Salute).