Taj Mahal
El Taj Mahal es sin duda la obra de arte más famosa de toda la India y de la cultura asiática en general. Situado en las inmediaciones de Agra, a unos ciento setenta kilómetros de la capital India, la imponente edificación fue mandada construir por el emperador mogol Sha Jahan entre 1630 como mausoleo funerario para su esposa la bellísima Mumtaz Mahal dilatándose las obras durante casi veinte años, hasta 1648.
En realidad en Taj Mahal cuenta con una estructura funeraria mayor que el propio mausoleo ya que éste forma parte de un enorme espacio rectangular que se delimita por un muro almenado en tres de sus lados mientras el cuarto está delimitado por el rio Yamuna. Aún fuera de los muros el espacio funerario está complementado por algunos mausoleos de menor importancia como los del resto de las esposas del monarca.
Es precisamente al margen del río donde se levanta el mausoleo de Mahal pero para llegar a él el espectador debe atravesar una especie de atrio en cuyo fondo, una imponente puerta monumental– darwaza- da acceso al interior del recinto. En un primer momento las puertas que formaban la darwaza estaban realizadas en plata pero en el siglo XVIII estas fueron fundidas.
Ya en el interior, el Taj Mahal está precedido de exquisitos jardines con estanques y acequias flanqueadas por filas de cipreses, la tradición mongólica de incluir bellos jardines a sus construcciones como representaciones del jardín del paraíso procede de la cultura persa y fue incorporada por el primer monarca mongol. A los lados del edificio principal se levantaron dos construcciones parejas: una actuaria de mezquita y la otra se piensa que pudo ser utilizado como una especie de palacete para invitados.
El edificio principal, levantado sobre una especie de plataforma cuadrada con torres en cada esquina, está precedido por un pequeño pórtico típico de la arquitectura persa y mongólica, el iwan. La construcción se realizó en materiales nobles, mármol blanco que está complementado por incrustaciones de piedras de colores. La planta del edificio es un cuadrado achaflanado en sus esquinas por lo que termina configurándose como un octógono; el diseño y la composición han sido muy estudiados.
El paramento del exterior del edificio se articula a través de un gran arco de tipo mongol cuyas enjutas están decoradas con piedras preciosas; alrededor del arco inscripciones coránicas que hacen referencia al cielo, el infierno… Flanqueando este arco principal otros más pequeños y a doble altura completan el esquema constructivo de cada una de las fachadas.
Especial mención merece la enorme cúpula bulbosa que se levanta sobre un imponente tambor de siete metros de altura; a su alrededor cuatro pequeños templetes rematan en el mismo tipo de cúpula pero más pequeñas. La cúpula principal está decorada con motivos vegetales y se remata en una especie de aguja dorada que termina en una luna creciente cuyas puntas miran hacia arriba y junto con el remate de la aguja forma un tridente, el símbolo del dios hindú Shiva.
En el interior destaca la sala central de forma octogonal que alberga la tumba de Mumtaz y la del monarca, ésta fue añadida con posterioridad por lo que no se encuentra bien integrada en el conjunto sino que aparece desplazada hacia un lado.
El Taj Mahal es hay uno de los monumentos más visitados de todo el mundo tanto por su valor artístico y arquitectónico como por la leyenda romántica que envuelve su construcción. La UNESCO lo declaró Patrimonio de la Humanidad en 1983 y hoy forma parte de la lista de las Siete Maravillas del Mundo Moderno.