La Gran Mezquita de Fatehpur Sikri
Esta es una de las grandes obras que nos ha legado el Imperio Mogol de la India, el mismo que construyó el famoso mausoleo del Taj Mahal en la ciudad de Agra.
Si bien la Gran Mezquita de Fatehpur Sikri es anterior a aquella obra, ya que se levantó entre los años 1571 y 1585. Y se puede dar tanta precisión, porque en realidad toda la ciudad de Fatehpur Sikri se construyó íntegramente y se abandonó durante esos años, los mismos que fue la capital imperial por orden de Akgar el Grande.
Este personaje conoció en la zona de Sikri a un jeque y santo sufí llamado Salim Chishti, quién le dijo que iba a tener tres hijos. Así que a modo de agradecimiento y homenaje decidió construir aquí la capital de su imperio, para lo cual no dudó en invertir lo que hiciera falta en su palacio y en esta enorme mezquita, si bien, la ciudad hubo de ser abandonada al poco tiempo por la falta de agua.
Eso hizo que todas las grandiosas construcciones quedaran abandonadas, y aunque han sufrido expolios hoy están en un buen estado de conservación. Especialmente la mezquita Jami Masjid, que en su momento fue la mayor de la India.
En realidad, dentro del espacio religioso, con su enorme patio y su gran sala de oración hay muchos detalles monumentales que nos dan idea de lo grandioso que debió ser todo el conjunto.
Por ejemplo, se conserva la Badshabi Darwaza que era la puerta real que está a disposición del emperador para entrar desde su extenso y vecino palacio imperial directamente al recinto religioso. Si bien hay otra puerta todavía más impresionante.
Se trata de la Buland Darwaza, la cual se eleva más de 40 metros sobre el patio de la mezquita. Vemos un gigantesco arco apuntado, de frente plano pero desarrollo complejo en profundidad. Una puerta que desde la lejanía todavía parece más inmensa por su disposición en la colina donde se asienta la ciudad y las prolongada escalinata que da acceso a ella.
En realidad, el emperador Akbar mandó construir esta puerta en 1573 tras vencer en la batalla de Guyarat, de manera que quería plasmar su poderío con esta construcción, y al mismo tiempo a la ciudad de Sikri le añadió el sobrenombre de Fatehpur, de manera que ahora era la Ciudad de la Victoria.
Pero si impresiona el exterior, también lo hace el interior de la mezquita, sobre todo su patio donde está la tumba del propio Salim Chishti, la cual destaca por la blancura de su mármol, ya que el resto del edificio es de arenisca roja. Esta tumba se eleva sobre una pequeña plataforma y está cuidado hasta el último detalle de la construcción y sus relieves. De hecho, sigue siendo hoy en día un lugar de veneración.