Templo Pura Besakih
En realidad cuando hablamos del templo Pura Besakih estamos hablando de un conjunto de más de 20 templos juntos, los cuales son el recinto sagrado más importante para los fieles de la religión hinduista que viven en la isla de Bali, perteneciente a Indonesia. Tanto que se conoce como el Templo Madre.
Y esa importancia se debe a sus dimensiones y también a su ubicación, ya que se halla a casi 1.000 metros de altura del monte Anung, la montaña y volcán más alto de la isla. Allí se fueron construyendo hasta 22 templos a partir del siglo XV.
Entre todo el conjunto del Pura Besakih, nombre que se debe a la vecina población de Besakih, el templo más importante es el Pura Penataran o Templo Oscuro, denominación debida al color de la piedra volcánica con el que está construido. Y como suele ocurrir en los templos balineses, al ser la zona más importante, también está en la parte más alta, por ello para alcanzarlo hay una empinada escalinata protegida por estatuas que representan guardianes.
Tras eso hay que mencionar los templos destinados a los tres principales dioses del Hinduísmo. Es decir Brama el Creador, Shiva el Destructor y Visnu el Conservador, que tienen en su honor los templos de Pura Batu Madeg, Pura Penataran Agung y Pura Kiduling Kreteg, respectivamente.
Y también merece la pena reseñarse los cuatro templos que marcan los puntos cardinales.
Arquitectónicamente hay que decir que los 22 templos están relacionados pero al mismo tiempo están separados entre sí y dispersos en los diferentes niveles y alturas de la ladera.
Pero el conjunto es esplendoroso y están presentes casi todas las características de la arquitectura hinduista en Bali. Por ejemplo está el inconfundible candi ventar, que es una monumental puerta flanqueada por dos grandes construcciones en forma de triángulos isósceles. Un tipo de construcción que remarca el paso de lo mundano a lo sagrado.
También se pueden ver las típicas meru, que son unas esbeltas torres, con una forma escalonada derivada de las pagodas. Siempre tienen un número impar de plataformas y su base parece flotar al estar elevadas sobre pilotes.
Y otro elemento característico de estos templos es el peppelik, que es un espacio destinado al trono de los dioses. Un trono simbólico, ya que en el Hinduísmo, las divinidades no residen en los templos, solo van de visita en momentos muy concretos del calendario religioso, así que se les reserva espacios para sus estancias.