Torre Bayterek
Países que en las últimas décadas se han convertido en potencias exportadoras de fuentes de energía fósil (petróleo o gas) como por ejemplo los Emiratos Árabes o Azerbaiyán también se han transformado en auténticos referentes para la arquitectura contemporánea con la construcción de edificios tan caros como el Dubái Frame o las Flame Towers de Bakú. Pues bien, otro país tremendamente rico gracias a esos combustibles fósiles es Kazajistán donde en los últimos años también ha desarrollado vistosos proyectos arquitectónicos.
Posiblemente el más icónico de todos ellos haya sido la Torre Bayterek, construida en la capital el país, Astaná, y concluida en el año 2002. Una torre que no destaca por su altura, ya que no supera los 100 metros, sin embargo llama la atención por su forma y todo el significado que se le ha querido dar.
Es una obra del arquitecto Akmurza Rustembekov y su figura recuerda a un antorcha, en la que llama la atención la esfera dorada que se encuentra en la parte más alta. Todo ello está cargado de simbolismo, ya que se culminó cuando la república kazaja celebraba su 10 aniversario de la independencia de la Unión Soviética. Por ese motivo, la torre representa un álamo (significado de la palabra bayterek), un árbol en el que según una leyenda popular el ave mitológica Samruk colocó un huevo en cuyo interior estarían los secretos de la felicidad.
Hay una singular fusión entre lo legendario y tradicional con la modernidad que representa esa arquitectura tan actual. Un juego que se continúa al visitar el edificio, donde es posible subir hasta su parte más alta para contemplar la próspera ciudad desde el interior de ese huevo-esfera que guarda la felicidad.
Desde un punto de vista arquitectónico, también es una construcción muy interesante. La torre se sustenta por 500 pilotes que van formando una estructura cilíndrica en altura, la cual se va abriendo para albergar la esfera en su parte alta y central. Para su construcción se usaron principalmente dos materiales: el vidrio y el acero. Sin duda una imagen de modernidad inaudita en un país que hasta el siglo XXI pasaba casi desapercibido y que sin embargo tras independizarse y explotar sus yacimientos petrolíferos y gasísticos ha alcanzado un desarrollo espectacular. Lo cual a su vez ha ido atrayendo también más inversiones empresariales, pero también ha sido reclamo para visitantes y turismo. Para los cuales se han ido creando atractivos monumentales cargados de contemporaneidad, con la clara intención de mandar un mensaje de futuro a todos los que los contemplan. Ese es el gran objetivo de magníficas edificaciones como esta Torre Bayterek de Astaná.