Villa Badoer
A lo largo del siglo XVI el arquitecto Andrea Palladio revolucionó la concepción arquitectónica de las construcciones civiles; en la etapa renacentista los palacios y fortificaciones medievales habían evolucionado hasta llegar a convertirse en palacetes urbanos, las familias más acaudaladas de la región luchaban entre sí por levantar el palacio más grande, más bello y mejor situado en la ciudad.
No obstante al comenzar el siglo XVI, en la región del Véneto se fueron introduciendo algunos cambios: al acabar la Guerra entre la Liga de Cambray (1507 – 1511) la mayoría de las zonas rurales de Venecia se encontraba devastada y en este contexto las principales familias de la región optaron por levantar fastuosas villas rurales que sirviesen no sólo como un lugar de ocio y recreo sino que a la vez les permitiese controla y administrar sus dominios agrícolas en la zona y sobretodo ser un símbolo de poder sobre otros terratenientes. En este contexto, la arquitectura de Andrea Palladio encuentra su mejor referente.
Andrea Palladio (1508 – 1580) es uno de los arquitectos más renombrados del Cinquecento italiano,
su obra se adaptó a las necesidades de la nueva sociedad sin perder la esencia clasicista y posteriormente sus villas y palacios fueron uno de los referentes más destacados de la arquitectura neoclasicista. En esta ocasión nos encontramos ante la Villa Badoer, también conocida como La Badoera que Palladio debió de empezar a construir a mediados del siglo XVI, en torno al año 1556 y que estaría completamente terminada y habitada en el año 1563.
Situada en el valle del río Po, en la localidad de Fratta Polesine, la obra fue encargada por Francesco Badoer heredero de una importante familia de la República Veneciana que pese a tener una condición más bien modesta a su apellido le permitió casar a su hijo con un miembro de la familia Loredan mucho más acaudalados que ellos. Finalmente La Bardoera se convertirá en el símbolo de tal unión como describen las decoraciones de los paramentos con los escudos de las dos familias entrelazados.
Levantada sobre las ruinas de un antiguo castillo de la Edad Media, la villa constan de un cuerpo principal levantado sobre un podio escalonado y dos alas laterales que se encuentran separadas del cuerpo central. Esta separación es algo novedoso en la las villas de Palladio puesto que las alas laterales siempre suelen permanecer unidas al cuerpo central, no obstante en esta ocasión el artista las ha separado pero sigue recreando un espacio unificado curvando la logia del cuerpo central de manera que parece abrazar los cuerpos laterales. Un esquema muy similar será utilizado unos años después cuando Bernini diseñe la famosa plaza del Vaticano.
Palladio dispuso el cuerpo central a disposición de los señores de la villa mientras que las alas laterales son utilizadas para las labores agrarias, como almacén de utensilios, granero etc. Algunos especialistas han criticado la dicotomía entre el fastuoso exterior de la villa y un interior a su parecer demasiado pequeño que desvirtúa el conjunto final.