Bronces Luristán
En la zona que actualmente ocupa el centro y el oeste de Irán se desarrolló una de las culturas más importantes para la historia de la humanidad, esta zona conocida como Luristán recogió avances tan importantes para los hombre como pueden ser la aparición de la escritura o el desarrollo de las primeras ciudades, por ejemplo Elam o Summer. Sin embargo debemos señalar que la zona del Luristán no comprendía un solo pueblo sino más bien un conjunto de tribus algunas de ellas kurdas y en su gran mayoría nómadas que ocuparon este territorio. La falta de documentación al respecto hace que sea complicado establecer datos fehacientes acerca de estos pueblos o de las obras de arte que allí surgieron no obstante a grandes rasgos podemos señalar que los bronces de Luristán datan de principios de la Edad de Hierro, concretamente de entre los años 1000 y 650 a.C.
Cuando hablamos de los Bronces de Luristán nos referimos a un conjunto de piezas tan variadas que van desde joyas (anillos, colgantes, pulseras…) hasta armas pasando además por arreos para caballos o incluso pequeños vasos y vasijas. En general la mayoría de los bronces contaba con un fin utilitario y no solo decorativo, en parte esta característica se puede relacionar con el hecho de que muchas de las tribus del Luristán fuesen nómadas ya que esta condición les obligaba a poseer un número limitado de objetos y que éstos resultasen lo más ligeros posibles.
Los bronces comenzaron a ser populares en Europa y América a lo largo de la década de los años veinte sin embargo, la mayoría de las piezas eran excavadas por cazadores de tesoros locales y posteriormente vendidas en el mercado negro lo que hace suponer a los expertos que en realidad haya un buen número de piezas que pese a estar catalogadas como bronces de Luristán sean meras falsificaciones. En realidad, las excavaciones científicas no se realizaron hasta finales de la década de los treinta.
Un gran parte de los bronces hallados hasta el momento se han asociado a enterramientos funerarios lo cual nos habla de la creencia de estos pueblos en la vida de ultratumba pero también es destacable que todas las piezas presentan una amplia decoración por lo cual se han convertido en una inestimable fuente para conocer la iconografía y creencias mitológicas de los pobladores de esta zona.
Entre las representaciones con formas humanas encontramos tanto, figuras masculinas (una especie de héroe que vence a las fieras) como femeninas, con la representación de una deidad creadora. La iconografía zoomórfica casi siempre se refiere a animales salvajes, felinos y aves rapaces pero también animales con cornamenta que representan una forma de poder.