Bronces de Botorrita
Los cuatro bronces de Botorrita fueron realizados en el siglo I antes de Cristo y en realidad no deberíamos considerarlos como unas obras de arte, si bien de alguna forma pueden merecer esa consideración, al mostrarnos como eran las técnicas de escritura en la Antigüedad, cuando había documentos como estos que se tenían que grabar en planchas metálicas.
Además de mostrar el esfuerzo que se necesitaba para escribirlos, está claro que obligaba a la existencia de personas que eran auténticos especialistas en desarrollar estas técnicas de grabado.
Y por si fuera poco estos bronces hallados en el yacimiento celtibérico de Contrebia Belaisca, también han servido para poder entender, al menos parcialmente, la lengua celtibérica, ya que al estar una de los bronces en latín, los filólogos e historiadores de las lenguas muertas han podido hallar claves para traducir esta escritura. Es cierto, que no se trata de objetos de un valor similar a la Piedra Rosetta que sirvió para comenzar a entender los jeroglíficos del Antiguo Egipto, pero es verdad que su valor histórico es bastante reseñable, sobre todo dentro de la historia antigua de España.
Otra posible parentesco de los Bronces de Botorrita con una joya grabada de la Antigüedad se puede establecer recordando la impresionante Estela del Código de Hammurabi, ya que también en los bronces celtíberos se nos cuentan varias sentencias y textos de carácter legal de aplicación directa en diversos conflictos entre particulares y entre poblaciones que se enfrentaban por el agua o por tierras.
De hecho, hay que tener claro el lugar donde se encontraron: el yacimiento de Contrebia Belaisca, una población de Aragón que de alguna forma era un territorio neutral en esa época entre los propios íberos y los vascones, grupos culturales que vivían en poblaciones cercanas dentro de la parte central del Valle del Ebro como eran Salduie o Alaun. E incluso en alguno de los bronces grabados se resuelven conflictos entre poblaciones pertenecientes a tales grupos, que parece ser que buscaban un lugar imparcial para dirimir sus problemas.
Es decir, que estos bronces de valor indudable, y que hoy se conservan en el Museo de Zaragoza, formaban parte de un grueso archivo municipal o tabularium que sería una de las zonas más importantes de la ciudad, que pudo actuar en su tiempo como centro jurídico para un territorio más amplio. Si bien, posteriormente con la implantación del dominio romano y el gran desarrollo que experimentó la cercana ciudad de Zaragoza, Caesaraugusta, sin duda que Contrebia Belaisca perdió gran parte de su importancia.