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Pinturas rupestres en la Cueva de las Orcas

Publicado por A. Cerra

Cueva de las Orcas, exterior

En la localidad de Zahara de los Atunes, en la provincia española de Cádiz, se pueden ver unas pinturas rupestres que nos hablan no solo de la historia de esta población costera a orillas del océano Atlántico. Pero también las pinturas prehistóricas de la Cueva de las Orcas nos hablan del presente de la población, sus tradiciones y su riqueza natural.

Sí, y todo ello con unas pinturas realizadas parcialmente en tiempos del Paleolítico (hay otras pinturas rupestre posteriores, del Neolítico y de estilo Levantino). No obstante, las más antiguas son las que nos hablan de la gran riqueza pesquera de Zahara de los Atunes, por cuyo topónimo ya se puede uno imaginar que aquí se pesca mucho esta especie, concretamente los atunes rojos que se capturan a finales del invierno y comienzos de la primavera por medio de la tradicional técnica de la almadraba.

Pintura de la Cueva de las Orcas

Estos animales, los atunes, están representados aquí, y son reconocibles gracias a su característica cola de forma de horquilla. Pero no es el único gran pez que está pintado en la cavidad, que igualmente se conoce como Cueva de Atlanterra. También en sus paredes se hace referencia a las orcas, el gran cetáceo que acude también a esta zona del Estrecho de Gibraltar para capturar a los mismos atunes. Y en el caso de las orcas, la representación se hace de un modo muy esquemático, ya que se trata de una gran V abierta, con la que se recuerda el lomo de este animal, en el que se siempre hay una enorme V blanca tras su aleta dorsal.

Y es que hay que tener en cuenta que desde esta pequeña cueva de fácil acceso y pequeño tamaño, que no llega los dos metros cuadrados de superficie, hay una magnífica vista sobre el lugar ideal para ver el punto donde se acumulan cientos de atunes, y al mismo tiempo contemplar la llegada de las orcas. Y no solo eso, sino que dada su orientación hacia poniente, fue un buen lugar para predecir el momento justo en el que llegaban los deseados atunes a la zona.

Hendidura en la Cueva de las Orcas

Se pueden ver pintados una especie de signos zodiacales que harían referencia al solsticio de invierno y al equinoccio de primavera, y por medio de un hendidura hecha en la misma roca, por medio de la entrada de los rayos de sol al interior de la pequeña gruta, quedaba indicado el momento de máxima afluencia de atunes, y la consiguiente llegada de las orcas que se trasladan, incluso hoy, desde la fría Noruega hasta la entrada del mar Mediterráneo. Es decir, que la Cueva de las Orcas se puede entender como un peculiar santuario prehistórico. Y como decíamos al principio, pese a su antigüedad, nos hacen comprender mucho mejor este paisaje y algunas tradiciones que aún perviven.