Pinturas de la Cueva de Altamira
El calificativo más habitual que se le otorga a estas pinturas es de Capilla Sixtina del Arte Prehistórico o rupestre, ya que se trata del conjunto más esplendoroso del arte Paleolítico hallado hasta la actualidad. Y eso que se trata de unas pinturas que se realizaron, las más modernas hace unos 15.000 años, mientras que algunas partes de la cueva se estima que recibieron ya pinturas hace 30.000 años. Por que el proceso de datación del arte rupestre, lo cierto es que está en constante revisión.
En las paredes y techos de esta enorme cueva situada en las cercanías de la localidad española de Santillana del Mar, en la comunidad de Cantabria al norte del país, se encuentra pintado un enorme repertorio de animales de la época prehistórica, especialmente bisontes, ciervos, caballos y jabalíes.
La primera sensación que transmite todo este conjunto es la de una extraordinaria riqueza cromática. Algo que la hace sumamente valiosa, tanto por la cantidad como por la calidad de las pinturas. Razones por las cuales las visitas a la cueva están sumamente restringidas, pero para que se pueda conocer se hizo construir una réplica exacta en materiales modernos denominada “neocueva” que se integra dentro de la visita al Museo de Altamira.
Si la calidad estética y artística de todas estas figuras es innegable, en cuanto a su significado se han relatado infinidad de hipótesis. Según algunos investigadores se realizaron por el simple placer de la contemplación, mientras que para otros son representaciones estrechamente relacionadas con los rituales de caza que realizaba el hombre prehistórico. Incluso se ha dicho que ciertas figuras tienen una relación con la representación de lo masculino y lo femenino, planteando su posición dentro del grupo de personas que aquí habitaría.
Si bien, hay muchas otras interpretaciones, algunas con cierto punto de disparate. Y es que la Prehistoria es un momento de la historia de la humanidad del cual no hay ningún documento escrito que ayude a desentrañar esos modos de vida y sus creencias, y por lo tanto cualquier teoría no deja de ser una interpretación de los elementos materiales que han llegado hasta nuestros días. Y que por supuesto, más allá de la lógica aplicada para desarrollar cada teoría, no se puede corroborar a ciencia cierta su veracidad o no.
Pero lo que sí es contrastable es la calidad de estas pinturas. Se trata de representaciones realizadas íntegramente a partir de pigmentos de origen natural, principalmente de materiales minerales y también vegetales. Por ejemplo, los llamativos pigmentos rojos, los amarillos o los ocres se realizaban a partir de moler minerales arcillosos y mezclarlos con óxidos de hierro. Mientras que los tonos negros se aplicarían con carbón vegetal, o para el blanco usaban caolín y rocas de yeso.
Con todo ello, el artífice o artífices del conjunto pictórico de Altamira creó un repertorio de animales de apariencia enormemente naturalista. Si bien, desperdigados por el interior de la cueva también se hallan otras pinturas de corte más abstracto, sin duda de significado simbólico difícilmente descifrable en la actualidad. Y es que como ya se ha dicho más arriba, los significados del conjunto y luego de ciertas partes de las pinturas son verdaderos enigmas para los historiadores. Si bien para todos ellos es la cima del Arte Prehistórico.