Artistide Maillol
El escultor francés Artistide Maillol es una de las figuras artísticas más destacadas de finales del siglo XIX y principios del siglo XX en Europa. Tradicionalmente se ha considerado sus obras como el paso intermedio entre las obras escultóricas de Rodin y la aparición de las primeras vanguardias artísticas, sin embargo es importante señalar que sus piezas no sólo representan la recuperación de la estética clásica sino que son un auténtico ejercicio de creatividad que tiene a la figura femenina como el epicentro de su creación. Calificar a Maillol únicamente como escultor, sería obviar las múltiples facetas entre las que desarrolló su creatividad, como los grandes humanistas del Renacimiento trabaja diferentes disciplinas entre las que destaca la pintura, los tapices o la cerámica.
Artistide Maillol nace en 1861 en una pequeña localidad del sur de Francia. Hijo de vinateros, desde muy corta edad demostró sus cualidades artísticas y en 1882 se traslada a París para ingresar en los cursos de la Academia de Bellas Artes. Formó parte del conocido grupo Nabi, un conjunto de jóvenes pintores atraídos por las formas de la pintura de Gauguin pero pese a su entusiasmo inicial, la pintura no acababa por satisfacer su curiosidad artística. Practicó entonces los tapices, una técnica en la que resultaba verdaderamente brillante pero que hubo de abandonar debido al gran esfuerzo ocular que requería esta actividad.
Influido por el propio Gauguin, el artista comienza a practicar entonces la escultura con pequeños bajorrelieves que apenas presentan volumen pero que paulatinamente irá abandonando en pro de obras más tridimensionales. Sus piezas están fuertemente influenciadas por la estatuaria griega clásica, las formas son sencillas y suaves alejándose de las tensiones que presentaba la estatuaria de Rodin.
En el Salón de Otoño celebrado en París en 1905 el artista expone la obra que más fama le daría, Mediterránea. Se trata de una escultura encargada por el Estado francés y que representa a una mujer desnuda que parece sedente y cabizbaja en una actitud pasiva pero cuyas líneas denotan elegancia y sencillez. En sus esculturas el artista busca la belleza de la sencillez, los contornos son siempre redondeados de acorde a las líneas femeninas que tanto gustaba representar. Tras la exposición de Paris el artista cosechó fama internacional e incluso llegó a exponer en los Estados Unidos donde sus piezas fueron muy valoradas.
En la década de los treinta el artista conoció a la que sería una de las mujeres más importantes de su vida dejando aparte a su esposa, la modelo rusa Dina Vierny, a la que representó en numerosas ocasiones y que acabó por atesorar un buen número de piezas del artista.
Maillol también practicó el dibujo, de hecho parece ser que el artista iba continuamente acompañado por un cuaderno de dibujo del que pocas veces se desprendía y en el que apuntaba un sinfín de bocetos para posteriormente convertirlos en esculturas.
En 1944 el artista fallecía en su localidad natal, Banyuls – sur – Mer, tan sólo acompañado por una decena de personas. En la actualidad algunas de sus obras más importantes se encuentran en el Museo de la Fundación Dina Vierny.