Busto de la diosa Tanit
La diosa Tanit fue una importante deidad de los cartagineses, los cuales extendieron la creencia en ella por todos aquellos territorios en los que se establecieron. Llegando desde la ciudad de Cartago de origen en el norte de África hasta lugares del Oriente Próximo como la Chipre o Líbano, o a islas como Sicilia en la actual Italia o Ibiza en el archipiélago español de las Baleares, donde apareció el busto que aquí vemos.
Tanit era venerada como diosa de la vida y del amor, o sea por añadidura era la diosa de la vida, de la prosperidad, de la fertilidad y de las cosechas. Pero en una peculiar dualidad también era diosa de la muerte y la luna. De hecho se la representaba por la Luna en fase creciente.
Aunque teniendo en cuenta el lugar donde se halló esta escultura, en la necrópolis del Puig de Molins, también hay que saber que a la diosa Tanit se la relacionaba con el subsuelo y era protectora de los muertos.
Lo curioso es que los que analizaron en profundidad y con detalle esta escultura, han descubierto que la figura tiene rastros de arena volcánica. Una arena que se ha identificado con las faldas del volcán Etna, por lo que para muchos la figura provendría de tierras sicilianas, que también era un dominio cartaginés.
No obstante, en Sicilia también se instalaron los griegos como queda claro por la presencia de fabulosos templos como el de Agrigento. Eso ha dado pie a que algunos investigadores se nieguen a identificarla como Tanit, y piensen que su autor si fue griego estaría pensando en la diosa de la agricultura, Deméter.
Este es un planteamiento relativamente reciente y que no se puede asegurar, entre otras cosas porque no está bien documentado el extracto arqueológico, ni las condiciones en que apareció la escultura en las excavaciones de Puig des Molins. Lo cual ha dado pie a las especulaciones, muchas de las cuales son perfectamente razonables, tanto o más que las teorías contrarias. Por lo que es muy difícil que se resuelvan este tipo de enigmas.
Pero lo que sí que es cierto es que la figura de esta diosa siempre se ha identificado como Tanit. E incluso se ha convertido en más de una ocasión en imagen de lo más auténtico e ibicenco. Así que aunque los sesudos historiadores quieran llevar la contraria, el hecho es que popularmente es la diosa Tanit, una creencia que será muy difícil de desmontar.