El ángel caído, Bellver
La escultura del Ángel caído fue realizada por el escultor romántico Ricardo Bellver y Ramón (1845 – 1924). Bellver procedía de una antigua familia de artistas, los primeros pasos de su carrera estuvieron guiados por su propio padre, el también escultor Francisco Bellver. Ricardo Bellver entró en la Academia de Bellas Artes de San Fernando y gracias a una beca pudo desplazarse a Roma en 1874. Precisamente allí y en aquel mismo año, el artista realizó la escultura de El Ángel caído en yeso.
Algunos historiadores del arte han relacionado la realización de esta obra a la intervención económica del Duque Fernán Núñez, pero lo cierto es que, si bien parece ser que la escultura de Bellver y el duque sí pudieron estar relacionados de alguna manera, – el duque colaboró económicamente con la construcción del paseo que desemboca en el actual emplazamiento de la fuente- las fuentes bibliográficas no parecen especificar hasta qué punto éste intervino en el proyecto del escultor madrileño.
En 1878 el Estado adquiere la obra de Bellver y decide enviarla a la Exposición Universal que se celebraba aquel año en París. Debido a las exigencias de la Exposición Universal la obra se funde en bronce y a su regreso a España se conserva en el Museo del Prado. Un año después es el propio director del museo, Benito Soriano Murillo. quien propone que la escultura se exhiba al aire libre. El emplazamiento elegido fue el solar que anteriormente ocupaba la Fábrica de Porcelanas en el Paseo del Buen Retiro de Madrid.
En 1880 Francisco Jareño realiza el pedestal para la escultura de Bellver en granito y con detalles en bronce. En realidad, el pedestal de Jareño es una fuente con forma de tronco piramidal, en cada uno de los laterales del tronco aparecen pequeños surtidores de bronce con formas de diablos que sostienen en sus garras lagartos o serpientes.
Bellver se inspiró en el texto de Milton El Paraíso Perdido para realizar su escultura, la obra representa a un ángel que por su desobediencia y rebeldía ha sido expulsado del Paraíso. La figura del ángel es un hombre joven y alado que aparece desnudo, retorcido en una extraña postura apoyándose sobre un tronco mientras una serpiente se enrosca en torno a su cuerpo. Las dos grandes alas de su espalda ponen de manifiesto su condición de ángel, un ángel que grita desesperado. Su postura indomable, el gesto desesperado y el movimiento con el que aparece representado el pelo, nos hablan de una fuerza invisible que golpea al joven.
La escultura de El Ángel Caído expresa las influencias de las obras clasicistas que Bellver conoció en Roma; además, es perceptible en su expresión las formas exageradas de los mejores artistas barrocos como Bernini. La teatralidad de la obra responde a los parámetros estilísticos de la estética romántica que Bellver expresa como ningún otro escultor en esta magnífica obra. La escultura del artista madrileño causó gran fascinación a la población resultando extraña la decisión de colocar una estatua que representaba a Satanás en la cuidad madrileña, en torno a ésta se ha ido forjando con el paso de los años una leyenda negra que mezcla ficción y realidad.