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Baco ebrio de Miguel Ángel

Publicado por A. Cerra
Baco ebrio de Miguel Ángel

Baco ebrio de Miguel Ángel

Es una escultura en mármol realizada Michelangelo Buonarrotti entre los años 1496 y 1498, y que forma parte del Museo Nacional de Escultura del Bargello en Florencia.

La obra se la encargó J. Galli en Roma, ciudad a la que se había ido desde Florencia Miguel Ángel tras la muerte de Lorenzo el Magnífico en 1492.

Es una obra en la que se puede apreciar el perfecto conocimiento que Miguel Ángel poseía de la escultura de la Antigüedad, sin duda alguna, su gran referente en los trabajos escultóricos.

Nos presenta al dios del vino en una postura que es un inestable contraposto, muy gusto de la época y también muy eficaz para plasmar el estado de bebido de Baco. Por lo que el contraposto se convierte en manos del escultor en un recurso plástico y también en un elemento más para plasmar la captación psicológica del personaje, al que acompaña a su espalda la figura de un sátiro de la corte báquica.

Por estos años, Miguel Ángel todavía es joven, y la escultura es juvenil, de dulces formas pero al mismo tiempo muy contundentes, muy ligado a los temas y las formas más clásicas, no en vano el encargo provenía de un coleccionista de antigüedades.

Pero la calidad artística de Miguel Ángel hace que sea capaz de lograr plasmar el aspecto dionisiaco del dios Baco, cuyo rostro tiene las deformidades y la expresión de una persona ebria, prácticamente drogada. Un rostro que mira al mismo tiempo al espectador y a la vasija que contiene el vino, el objeto de su deseo. Y parece invitar a beberlo a todo aquel que lo mira. Mientras que el pequeño sátiro está sonriendo a sus espaldas y acariciando un racimo de uvas, que pronto serán vino.

Consigue crear una imagen muy potente, y al mismo tiempo tremendamente sensible. Incluso en su época, el pintor y biógrafo de artistas Giorgio Vasari cuando definió esta obra, dijo que en ella se aliaban la esbelta juventud de un hombre con la carnosidad de la mujer.

Y aunque está clara la influencia de la escultura de la Antigüedad, hay que tener en cuenta el genio creativo de Buonarrotti, y pese a ser una obra juvenil ya se ven algunos elementos de su producción más madura. Por ejemplo, aquí Miguel Ángel ya sabe crear una escultura de bulto redondo en la que hay que atender a múltiples puntos de vista, algo que se refuerza en la necesidad de girar sobre la figura para poder ver al pequeño sátiro, medio oculto. Es entonces, al girar cuando se descubre que el cuerpo de Baco no es la figura estilizada de otras obras renacentistas, ya que el artista no ha tenido inconveniente en representarlo con ciertas zonas de su cuerpo bastante fofas.