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Fauno ebrio

Publicado por A. Cerra

Fauno ebrio

Esta escultura romana tiene una datación incierta entre el siglo I y el II antes de Cristo. Pero no hace falta afinar en su fecha de ejecución para catalogarla como un buen ejemplo de cómo las villas y casas de los romanos más acaudalados siempre tenían un sinfín de detalles ornamentales de interés, bien fueran en forma de mosaicos, esculturas, pinturas o mobiliario, independientemente de la zona del imperio donde vivieran, y por muy lejana que estuviera la colonia de la gran ciudad de Roma.

En este caso es una pieza de mármol blanco que se halló en una villa urbana en la colonia hispana de Caesaraugusta. La excavación no ha permitido encontrarla entera, pero ha llegado hasta nuestros días en un buen porcentaje, y además también se ha podido hacer la recreación del lugar que pudo ocupar en la decoración de la vivienda. La figura de este fauno se integraría en una fuente dentro del patio de la casa. De hecho, su posición de estar borracho se simularía con la colocación de su cabeza sobre un odre del que manaba agua de la fuente.

Este personaje mitológico del sátiro o fauno lo vemos ya durmiendo tras la borrachera, en una postura de lo más relajada, sin recato alguno. Lo vemos tumbado sobre un lecho de roca, con una pierna flexionada y el brazo derecho haciendo las funciones de una almohada para su cabeza. Por cierto en la cabeza, más concretamente en las ondas y rizos de su cabello tan bien trabajado se puede apreciar la calidad de la obra.

Si bien hay que decir que no se trataría de una obra completamente original. De sobras es conocido que muchas de las obras de la escultura romana son copias o reinterpretaciones de creaciones de la Antigua Grecia, y aquí estamos ante una figura de Fauno ebrio inspirada en el arte helenístico. De hecho hay otros yacimientos tanto en España como en Portugal donde han aparecido figuras semejantes, y todas ellas tienen vínculos con las estatuas yacentes que aparecen en el Mausoleo de Atalo I, procedente de Pérgamo y que es una de las obras más emblemáticas de la escultura monumental del periodo Helenístico más recargado y barroco.

No obstante hay que decir que no trata de una simple copia, sino que es más bien una reinterpretación, con sutiles variaciones y desde luego adaptaciones para su nueva ubicación, función y gustos de los encargantes.

En definitiva, estamos ante una de las obras de escultura romana más interesantes que se guardan en la sección de Arqueología del Museo de Zaragoza. Un altorrelieve realizado por un artista muy cualificado de la época al que recurrían los más ricos de la ciudad y que no dudaba en trabajar con materiales caros y codiciados, ya que se trata de una pieza de dimensiones considerables realizada en mármol blanco dolomítico procedente de Tasos.