Arte
Inicio Escultura, Roma La originalidad de la escultura romana (IV)

La originalidad de la escultura romana (IV)

Publicado por Chus

columna-trajana.jpgEn los bajorrelieves de la columna conmemorativa de las victorias del emperador Trajano (98-117 después de Cristo) sobre los dacios, se recurre a otra forma diferente de realismo del visual del arco de Tito, optándose por un realismo documental, prefiriendo la verdad conceptual a la captada por la vista. El enfoque conceptual permite al artista mostrar de forma clara acciones complejas a través de un cierto grado de esquematización. Esto parece muy diferente de lo visto en el arte griego, que insiste en la lógica visual y la consistencia de la representación. Aún así, incluso dentro del labrado original de la columna trajana, se rinde tributo a la fama y autoridad del arte griego, como puede verse en el intermedio entre las dos campañas en que consistieron las guerras dacias, que se marca en la columna con la figura de la victoria inscribiendo el triunfo de Trajano en un escudo, que resulta ser un trasunto de la “Afrodita de Capua” vestida para la ocasión equipada con una alas. Un claro ejemplo de lo que significa este realismo conceptual podemos observarlo en uno de los episodios narrados a lo largo del continuo corrido que es la columna, en una escena que presenta a los romanos confinados dentro de su campamento (representado en ángulo, hecho con sillares perfectamente escuadrados) defendiéndose del ataque de los bárbaros que, rudimentariamente armados con arcos, flechas y hondas amenazan el campamento por las partes frontal y derecha. Los romanos, protegidos por cascos y escudos lanzan proyectiles a los sitiadores desde lo alto del muro. Aunque perfectamente inteligible, la escena carece de lógica visual. Los dacios están situados al nivel del observador, mientras que el campamento romano y sus defensores se contemplan desde un punto de vista más alto, se ven desde arriba, aunque los romanos no presenten ningún escorzo. Los muros del campamento están demasiado bajos, para que el artista pueda centrarse en los combatientes. Si hubiera mantenido todos los componentes de la escena en la proporción correcta, habría tenido que dedicar la mayor parte del espacio a reproducir inmensas superficies de muro, y reducir el tamaño de los hombres

En la columna de Marco Aurelio (161- 180), comenzada en su mandato y continuada en el de su hijo Cómodo (180-191), podemos observar cambios destacados. Se levantó para conmemorar las victorias del emperador contra los germanos y las tribus del este, que llevarían paz a Roma durante doscientos años. Al igual que la de Trajano, en la que se inspira, narra los acontecimientos en una serie de bandas esculpidas en espiral. Un relieve característico muestra la masacre de los bárbaros, estableciendo un brutal contraste entre los romanos, armados y agresivos en la parte superior, golpeando sin piedad a los adversarios desarmados, y los suplicantes bárbaros caídos o muertos, echando los brazos hacia atrás, gritando de horros, etc. Se trata de un relieve de corte más profundo que el de Trajano y carente de corrección en el dibujo (en ocasiones las piernas o brazos son demasiado cortos o excesivamente largos). Se trata de una obra que anuncia la ruptura del estilo y el declive en la destreza del artista, que sería característica de una parte de la escultura en el siglo tercero (con la excepción de los retratos esculpidos).