Escultura de Laocoonte

Escultura de Laocoonte y sus hijos

Realizada en mármol en el siglo I después de Cristo.

El personaje representado es Laocoonte, un sacerdote de Troya que intentó avisar a sus conciudadanos del peligro que conllevaba recibir el famoso regalo del caballo de Troya. Sin embargo, la mitología clásica y el relato de la Iliada de Homero cuenta que los dioses estaban del lado de los griegos que querían conquistar la ciudad y por eso enviaron dos crueles serpientes para que mataran al sacerdote y a sus dos hijos. Es precisamente ese momento el que se representan en esta escultura.

Es decir, se trata de un episodio violento, y eso se capta a primera vista al contemplar el mármol. Una de las serpientes pasa sobre los hombros del padre y de su hijo mayor, revolviéndose hasta morderle la cabeza. Y al mismo tiempo, la otra serpiente ahoga al hijo menor y trata de inmovilizar a Laocoonte enroscándose en sus piernas. Toda la escena es de furia y agonía, lo que se manifiesta en el rostro contraído del protagonista.

En realidad, la obra tiene un mensaje para los espectadores de su tiempo. Lo que les transmitía es que los hombres son completamente impotentes ante el poderío de los dioses.

Este mármol fue hallado en 1506, y cuando fue descubierto tuvo un grandísimo impacto en el arte, ya que el movimiento que implica la composición de estas figuras fueron todo un modelo para los escultores y pintores de ese siglo y los posteriores, de hecho fue clave para sentar las bases de lo que sería el Barroco.

En cuanto a su datación en el siglo I de nuestra Era, los historiadores se han basado en las cualidades formales de la obra, pero también en testimonios de la época, como el relato que hizo Plinio, el cual maravillado por la calidad de la escultura lo atribuyó a tres escultores de la isla de Rodas. El nombre de estos tres artistas era Hagesandro, Atenodoro y Polidoro.

Sin embargo, los historiadores del arte siguen teniendo dudas en cuanto a los autores de la obra y el momento de su realización. La razón es que se realizó durante el periodo helenístico del arte griego, un momento en el que Grecia ya formaba parte del Imperio Romano, y la enorme fama de los artistas griegos estaba al servicio del poder romano, y en muchas ocasiones únicamente les encargaban retratos o copias de las grandes obras de la Antigüedad, por lo que el concepto de artista no estaba tan valorado como en la Grecia clásica, y en muchas ocasiones a los escultores se les consideraba artesanos que tampoco tenía porque firmar sus obras.

Sin embargo, lo que sí es evidente es la enorme calidad de este mármol, que en la actualidad forma parte de la colección de los Museos Vaticanos en Roma, y allí convive con la importante colección de escultura griega y romana que posee el Vaticano, entre las que se encuentran obras tan famosas como el Apolo del Belvedere o el Apoxyomenos del escultor Lisipo, otro de los grandes escultores del arte helenístico al que pertenece el Laocoonte.