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Escultura del helenismo (I)

Publicado por Chus

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La guerra del Peloponeso supuso el final del poderío político de Atenas, pero también debilitó a Esparta, e incluso Tebas, que pareció fortalecerse militarmente, no tuvo una duradera influencia sobre el mundo griego. Sin embargo a finales del siglo I antes de Cristo, el panorama era diferente. Dominadas primero por Macedonia y luego por Roma la independencia de las polis no pasó de ser nominal. Los macedonios, pese a hablar griego, eran muy distintos de los ciudadanos de las polis griegas. Estaban gobernados por reyes y vivían al margen de su cultura. Pero Filipo II de Macedonia, de la segunda mitad del siglo IV antes de Cristo, supo apreciar la cultura griega, invitó a su corte a uno de los más renombrados filósofos griegos del momento, Aristóteles, para ser el tutor de su hijo y probablemente también a uno de los más afamados pintores (cuyo nombre desconocemos) para que decorara las tumbas reales. Tras conquistar las polis griegas, contó con los griegos en sus planes de derrotar a los persas. El falleció, pero de eso se encargó su hijo y sucesor, Alejandro Magno, quien llegó a conquistar Asia hasta la India, dominando las tierras que iban desde el Mar Jónico hasta el Punjab y desde el Cáucaso hasta la frontera con Etiopía. Como murió sin descendencia, su gran imperio se disgregó entre sus generales. Así Egipto se rigió por la familia de los Ptolomeos, el Asia Occidental por los Seléucidas, Macedonia por los Anigónidas, etc. Son los reinos helenísticos. Mientras, el poder de Roma iba creciendo y, hacia el año 31 antes de cristo, todo el mundo helenístico había sido absorbido por el mundo romano.

Los reinos helenísticos eran muy diferentes de las polis helénicas. “Helénico” es un adjetivo que los antiguos griegos usaron para autodescribirse y “Helenístico” es un adjetivo moderno usado para definir el período comprendido entre la muerte de Alejandro (323 a. C.) y el final de la conquista del mundo de habla griega por Roma, y significa algo así como “parecido al original heleno”. En todos los territorios conquistados por Alejandro se fueron estableciendo ciudades según el modelo griego, pobladas por soldados griegos y macedonios, pero eran distintas en medida y estructura política a las polis, ya que a menudo eran grandes metrópolis como Alejandría o Antioquia y, sus habitantes ya no eran ciudadanos de una polis, sino habitantes de un amplio reino, pero sin tener conciencia de pertenecer a un grupo, identificándose solo con ellos mismos, por último, los monumentos públicos era majestuosos, pero habían sido edificados por los monarcas y no por el pueblo. Era inevitable que los habitantes de estos lugares se hubiesen sentido atraídos por una cultura superior como era la griega, pero también era inevitable que ésta se mezclase y distorsionase al entrar en contacto con otras manifestaciones culturales.

Ya a lo largo del siglo IV antes de Cristo se distinguían tres nuevas tendencias en la escultura con respecto al siglo V antes de Cristo, el naturalismo, la especialización y la personificación de conceptos abstractos. Existió un fuerte empuje hacia el naturalismo, la diferenciación, ya que los seres humanos se caracterizaban por su edad, su personalidad y por su estado emocional, lo que suponía un cambio respecto al siglo anterior. La especialización se incrementó, incluso entre los mismos artistas, algunos de los cuales se dedicaron a plasmar las pasiones y otros a prefigurar estados de ánimo de mayor lirismo y apacibles emociones. Los nuevos conceptos abstractos que se convirtieron en temas artísticos son, por ejemplo “La Paz” representada en forma humana. Las personificaciones modernas, como la figura de “Britania” en los antiguos peniques británicos o la “Estatua de la Libertad” de Nueva York, derivan de esta tradición griega