La Dama de Guardamar
Esta obra que apareció en 1987 en el yacimiento de Cabezo Lucero de la población de Guardamar del Segura en Alicante también es conocida como “La otra Dama” ya que su gran calidad ha quedado prácticamente oculta por la fama que posee la célebre Dama de Elche, la escultura íbera más emblemática de aquel periodo histórico y que también apareció en tierras alicantinas, pero muchas décadas antes.
El término de “damas” se ha aplicado a una serie de esculturas de carácter funerario que se han hallado en diferentes yacimientos de los íberos. Y no solo se ha encontrado la Dama de Elche o la de Guardamar, también entre las más conocidas está la Dama de Baza, si bien en este último caso sería una escultura sedente de cuerpo entero, mientras que las dos primeras serían unos bustos.
Hoy en día, la Dama de Guardamar se puede contemplar en el MAG, Museo Arqueológico de Guardamar y se encuentra reconstruida, ya que lo cierto es que apareció en una tumba del yacimiento en muy mal estado e incompleta. Apareció por partes, y apreciándose que había sido golpeada y hasta quemada ya en la Antigüedad, sin que se conozcan los motivos para esas agresiones.
Los historiadores no han encontrado respuesta a esa cuestión, pero si han sido capaces de datarla y han llegado a la conclusión de que sería un poco anterior a las de Baza o Elche, y concretamente piensan que la obra se realizaría entorno al año 400 antes de Cristo, coincidiendo con el máximo esplendor de la población que ocuparía el yacimiento de Cabezo Lucero.
Por las diferentes partes hallada se ha podido reconstruir todo el busto, de manera que se sabe que vestía una túnica de escote redondo y sin broche. Sin embargo, sí que lleva otros muchos detalles ornamentales en forma de joyas. Además de los tan particulares rodetes en los laterales de la cabeza, también porta una diadema sobre la frente. Y sobre la cabeza se prolonga el manto que vestiría su cuerpo, así como se ve una cofia ocultando el cabello. Además en el pecho se puede ver que lleva varios collares con un tipo de orfebrería que nos recuerda a las joyas que aparecieron en el llamado Tesoro de Aliseda.
De esta forma, podemos ver como las distintas obras artísticas extraídas de diferentes yacimientos arqueológicos repartidos por España, sobre todo en su mitad sur (Alicante, Granada o Extremadura) nos sirven para hacernos una idea sobre cómo fue la cultura de los íberos, la población original del territorio hispano y sobre la que sigue habiendo infinidad de incógnitas.