La historia de una temática: San Juan Bautista y Jesucristo
A lo largo de la historia de la pintura los autores han tratado una infinidad de temáticas que van desde los asuntos religiosos o mitológicos a escenas realistas de la temática de género o incluso escenas históricas que ponen de relevancia algún acontecimiento del pasado. En este sentido, hoy hablaremos de uno de los temas que más se ha repetido a lo largo de la pintura religiosa y que poco tiene que ver con las típicas escenas de la Natividad o de la Pasión de Cristo, más bien esta es una escena amable cuyos personajes principales son Jesucristo y su rimo San Juan.
En realidad, podemos hablar de dos escenas diferentes ambas protagonizadas por los mismos personajes. La primera de ellas tiene por protagonistas a ambos personajes desde una edad temprana, son dos niños más o menos de la misma edad que se relacionan jugando. San Juan era el hijo de Santa Isabel, la prima de la Virgen María por lo que ambos niños serían primos en segundo grado; San Juan un poco mayor que Jesús, éste siempre aparece en un gesto de fidelidad y protección hacia su primo menor.
De hecho, hay escenas que representan La Visitación cuando la Virgen María y Santa Isabel se reúnen estando ambas embarazadas como un símbolo de la unión que tendrá lugar entre sus futuros hijos. Son muchos los autores que han realizado pinturas o esculturas representado esta temática como por ejemplo el propio Rafael de Sanzio o el escultor Luca della Robia.
En lo que a la iconografía se refiere es fácil distinguir esta temática ya que San Juan suele llevar algún elemento que lo identifique como por ejemplo la piel de camello o una concha en alusión al Bautismo aunque también es común que junto al niño San Juanito aparezca un cordero como una alusión al Agnus Dei o Cordero de Cristo o incluso un crucifijo que predice la pasión.
Es común que en la escena aparezcan otros personajes, especialmente la Virgen María, dando lugar a actuaciones cariñosas y agradables fáciles de vender para conmover al público. Otras veces se une a la escena Santa Isabel o incluso Santa Ana, como abuela de ambos niños. El conjunto se puede hacer todavía más complicado llegando a convertirse en una Sacra Conversazione cuando el artista decide incluir a otros santos o incluso a los comitentes de la obra. Algunas de las obras más destacadas en la historia sobre esta temática son La Virgen de las Rocas de Leonardo da Vinci, La Madona Floligno de Rafael o Los niños de la Concha de Murillo.
El propio Leonardo da Vinci también representó a los personajes juntos en una edad más avanzada, cuando San Juan Bautista bautizó al propio Jesucristo en el río Jordán. En este sentido debemos de tener cuidado de no confundir a San Juan Bautista con San Juan Evangelista, discípulo de Jesús y a quien éste encargó el cuidado de su madre.