Medallas de Leone Leoni

Medallas realizadas por Leoni

En la imagen podemos ver dos medallas que el artista italiano Leone Leoni realizó con las efigies del rey español Carlos I y de su esposa Isabel de Portugal. De hecho, este creador de estilo manierista tuvo como gran mecenas al emperador hispano el cual le encargó algunas de sus obras más emblemáticas.

No obstante, antes de eso la primera noticia que se tiene sobre el trabajo de Leoni es como medallista, realizando una para la esposa de Fernando de Gonzaga, en su Italia natal. Y es que Leone Leoni fue escultor, orfebre, medallista, y grabador de moneda y piedras preciosas. E incluso, el propio Fernando de Gonzaba le consiguió el cargo de director de la casa de la moneda de Milán.

Pero no tardó mucho tiempo en correr el rumor de que Leoni falsificaba moneda, motivo por el cual el artista decidió acuchillar a otro joyero alemán al que consideraba el propagador del rumor.

Tras eso, Leoni fue detenido por ello, juzgado y condenado a nada más y nada menos, que se le cortará una mano. Una sentencia que desde luego hubiera acabado con su trayectoria artística, pero que en la práctica se conmutó por servir cinco años en galeras en la Armada Pontificia. Si bien, no cumplió los cinco años, y al año de condena, sus amistades en las altas esferas intercedieron para que se le liberara.

Quizás por no cumplir íntegra su pena, pronto volvió a ser acusado de realizar moneda falsa en Ferrara. Si bien, en esta ocasión salió totalmente indemne, y no solo eso sino que poco tiempo más tarde se le nombró Maestro General de las fábricas de moneda de Piacenza y de Parma.

Lo curioso es que siempre estuvo bajo sospecha, y a lo largo de su vida se le acusó varias veces de falsificador. Y no solo eso, sino que le acusó el propio Benvenuto Cellini, el cual también fue un auténtico personaje y posiblemente el mejor orfebre y escultor de su tiempo con obras tan portentosas como El Perseo. ¿Y de qué le acusó Cellini? De haber envenenado a otra persona.

Incluso más tarde se le inculpó de la muerte de un escultor ayudante suyo, aunque los historiadores piensan que no lo llegó a matar, aunque si lo hirió muy gravemente. En esa ocasión, hasta alguno de sus amigos le reprendió públicamente, como es el caso del poeta Pietro Aretino. Si bien sus críticas se acallaron pronto, cuando le chantajeó realizando para él dos medallas del tipo retrato.

Es decir, posiblemente su carácter fuera muy fuerte, su ambición desmesurada, sus prácticas reprobables, pero está claro que poseía una habilidad suprema para realizar este tipo de trabajo con metales.