Monte Rushmore
Hoy vamos a hablaros de una escultura colosal. Una imagen que seguro que conocéis como es el Monte Rushmore en Estados Unidos. Concretamente cerca de Keystone en el estado de Dakota del Sur. Un monumento que quizás no sea la mejor obra de arte que hayáis visto, pero que es indudable que por su tamaño y por su popularidad es bueno conocer algo más de ella.
La obra está tallada en el propio monte, de durísima piedra de granito, y en él se invirtieron 14 años de trabajo y la labor aproximada de unos 400 operarios. El ideólogo y escultor que la creó fue el artista danés y estadounidense Gluzton Borglum. Quién la comenzó en el año 1927, pero que no llegó a verla completamente concluida, ya que falleció poco antes de acabar. Así que la culminó en el año 1941 su hijo Lincoln Borglum, que había crecido casi a la par que el memorial.
Porque no nos hemos de olvidar que se trata de un gran monumento memorial. Aquí se han labrado a una escala gigante, los rostros de cuatro presidentes norteamericanos. Son de izquierda a derecha: George Washington, Thomas Jefferson, Theodore Roosevelt y Abraham Lincoln, los cuales además fueron tallados en ese orden.
El resultado son unas efigies gigantescas, cada cabeza tiene 18 metros, y llegan casi a la cima del Monte Rushmore que ya de por sí está a una altitud de 1.745 metros. Un trabajo titánico dadas las condiciones del terreno y el instrumental de la época. Pero cuya resultado y calidad es indudable, ya que realmente son auténticos retratos naturalistas de esos presidentes. Una obra que se ha convertido en un icono y que seguramente ha colmado todos los sueños de su creador, porque Borglum siempre quiso recrear el gran monumento que representará la historia de los primeros 150 años de existencia de los Estados Unidos de América.
De hecho, su plan inicial era todavía más ambicioso. Tenía proyectado la apertura de una cámara subterránea en la parte alta de la montaña, ubicada tras los rostros presidenciales. La comenzó a excavar y allí quería tallar en la propia roca textos que aludieran a los episodios clave en la historia del país. Pero ese empeño era casi imposible de realizar, ya que hubiera necesitado una cavidad enorme para escribir todo lo que deseaba. Mientras que el terreno era extremadamente duro.
Así que abandonó el proyecto ya en vida con la galería comenzada. Y hubo que esperar varias décadas para que las autoridades la terminaran, ya con unas herramientas modernas. Así se creó el Hall of Records en el Monte Rushmore. Pero no es visitable. En cambio sí que se le rindió el merecido homenaje a este singular escultor que sin duda alguna legó una de las obras más emblemáticas y populares del país norteamericano.