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Sarcófago de doña Sancha

Publicado por A. Cerra

Sarcófago de Doña Sancha

Esta obra de arte funerario de época románica se conoce como Sarcófago de Doña Sancha, pero en realidad se usó para alojar los cadáveres de las tres hijas del rey Ramiro I de Aragón, uno de los reinos cristianos que dieron origen a la actual España.

De hecho, el origen de esta pieza labrada en la segunda mitad del siglo XII se encuentra en el monasterio femenino de Santa Cruz de la Serós, donde pasó muchos años de vida. Si bien en la actualidad, el sarcófago no se conserva ahí, sino en el interior del Monasterio de las Monjas Benedictinas de la vecina ciudad de Jaca.

No obstante, la pieza de forma trapezoidal y con decoración escultórica en su cuatro caras, se conoce como Sarcófago de Doña Sancha, porque en la que en su cara principal se puede identificar un relieve donde la figura de Doña Sancha, o más bien, su alma en forma de silueta desnuda y rodeada por una mandorla que es elevada a los cielos por dos ángeles. Una escena que a su vez está flanqueada a un lado por tres figuras eclesiásticas bajo un arco, de los cuales la mayor también sería Doña Sancha, ya que su hermano el rey Sancho Ramírez le otorgó un importante cargo dentro de la iglesia aragonesa. Mientras que en el otro lado, se encuentra el altorrelieve de otras tres figuras femeninas, igualmente bajo un arco de medio punto que se podrían identificar con las tres hermanas: la propia Sancha, Urraca y Teresa.

En cuanto a los dos lados cortos del sarcófago también presentan imágenes labradas en piedra. En un lado, son las figuras mitológicas de dos grifos entrelazados. Mientras que en el otro lateral está representado el Crismón trinatario tan habitual en muchos templos del Reino de Aragón, desde el mismo tímpano de la iglesia de Santa Cruz de la Serós hasta otro lugares contemporáneos como la Catedral de Jaca o la iglesia de San Pedro de Siresa, donde por cierto también vivió doña Sancha y donde en sus últimos años educó al futuro rey Alfonso I el Batallador.

El caso es que estas tres caras labradas tiene un estilo similar, tanto que hay historiadores hablan de un Maestro de doña Sancha. Sin embargo, la cara posterior sería una obra posterior, y con otro estilo. Posiblemente en origen, la ubicación del sarcófago haría inútil tallar esta cara, pero en algún momento se movería y se decidió que había que crear ahí una imagen acorde con el resto.

Por eso, otro escultor realizaría de nuevo un frente dividido en tres partes y bajo arcos de medio punto. Pero en este caso para cobijar en su interior tres caballeros a caballo, que en principio no tendrían porque relacionarse con la vida de doña Sancha.