Thirteen Laughing at Each Other de Juan Muñoz
Juan Muñoz (1953 – 2001) fue un escultor contemporáneo al que alcanzó la muerte de un modo prematuro y repentino. Cuando estaba en la cumbre de su creatividad y cuando recientemente había realizado algunas de sus obras más emblemáticas como este grupo escultórico de figuras riéndose que se instaló en Oporto, donde se ha convertido en uno de los referentes de modernidad para la ciudad.
Muñoz optó con una escultura figurativa, pero sobre todo por un estilo narrativo. En sus creaciones el espacio forma parte de su obra, es ahí donde interaccionan las figuras e incluso el propio espectador. Parece contarnos un relato, hay un parte que no se ve, que nos la imaginamos y eso forma parte de su éxito. Además de la inclusión de detalles o elementos que invitan al público a fijarse en ello y a partir de ahí sentirse parte de la creación artística.
Así ocurre en esta obra de Thirteen Laughing at Each Other, en la que ha colocado diversas figuras humanas en tres especie de graderíos. Dejando el centro libre, que es donde nos colocamos nosotros el público, que de alguna forma pasamos a entrar en un escenario y convertirnos en actores que hacen reír a carcajadas a esos hombres hechos de bronce y acero, a una escala humana, si bien no son figuras totalmente naturalistas.
Uno llega a preguntarse de qué se ríen. ¿Se ríen de nosotros? ¿Por qué? Alguno se ríe tanto, se burla tan descaradamente, que hasta parece que va a caerse de ese graderío.
Sin duda es una propuesta provocadora. Hay algunos que hasta se pueden contagiar de tanta risa. Otros pueden sentirse molestos al ser pensar que son objeto de burla. Es inquietante y cautivador. Al fin y al cabo como dijo el propio Juan Muñoz, él buscaba que sus trabajos atrapasen al espectador. Y a partir de ahí trasladarle la idea, incluso de forma inconsciente de que no todo va bien.
Por otra parte es un trabajo muy elaborado y pensado para una ubicación determinada, ya que como hemos dicho al principio su arte tiene muy en cuenta el espacio, donde suceden las cosas. Así pues las creaciones de Muñoz que se componen de la propia escultura, del entorno y del espectador. Las tres partes son claves para la obra de un artista que quiso ser algo más que un escultor. A él le gustaba contar historias, por su además de su magnífico legado escultórico, su producción también abarcó los escritos, infinidad de dibujos, ensayos, obras para radio y el diseño de instalaciones para sus obras.