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Toros de Guisando

Publicado por A. Cerra

Toros de Guisando

Los Toros de Guisando son los ejemplares más famosos de un tipo de figuras prerromanas muy abundantes en la Península Ibérica. Hay varios centenares de esculturas semejantes labradas en piedra entre los siglos IV y II antes de Cristo. Son obras del conocido como pueblo vetton, una etnia íbera de la Edad del Hierro. O sea que lo podemos considerar una antiquísima forma escultórica de arte prehistórico. Y se trata de representaciones de animales como toros, cerdos o jabalíes, en diferentes actitudes, pero casi siempre de grandes dimensiones.

No obstante, como decimos de todas ellas el conjunto más conocido y espectacular posiblemente sea el de los Toros de Guisando, ubicados en la provincia castellana de Ávila.

Hoy en día son cuatro grandes figuras, aunque las crónicas históricas hablan de un quinto toro que estuvo aquí por lo menos hasta mediados del siglo XVI. Están labradas en enormes piedras de granito, ya que en todas ellas su longitud supera los 2,5 metros de longitud y los 120 centímetros de altura. Y se identifican con toros, dado que hay una especie de hendiduras en la parte alta de las cabezas donde podrían colocarse los cuernos. Si bien es cierto que no se puede asegurar que no se tratase de la representación de grandes cerdos sementales o verracos.

Los historiadores han datado en los últimos años estas cuatro piezas en el siglo II antes de Cristo, y se sospecha que su ubicación inicial no era esta, sino que estarían en un emplazamiento cercano. Pero fueron trasladadas hasta aquí ene época romana, e incluso en los lomos de los animales se pueden leer algunas inscripciones en latín.

Se desconoce el porqué de su existencia. Tal vez fueran grandes figuras monumentales que según las creencias actuaban como guardianes de los ganados, claves para la subsistencia de los vettones. O quizás tuvieran un uso funerario e incluso religioso. El hecho es que solo se puede especular en cuanto a la función de estas figuras. Las cuales tienen un aspecto verdaderamente primitivo, pero también hay que reconocer que sus artífices buscaron algo de realismo en la representación.

Pero aunque no se sepa con qué intención se crearon, lo cierto es que con los siglos han pasado a formar parte inherente de este paraje. Y no solo eso se han convertido en referentes históricos y culturales de España. Aquí por ejemplo, se firmó el tratado de los Toros de Guisando entre el rey Enrique IV de Castilla y su hermana Isabel, la futura reina Católica. O los Toros de Guisando están muy presentes en las letras españolas y aparecen referencias a ellos en obras de la magnitud del Quijote de Cervantes, alguna obra teatral de Lope de Vega o en la poesía de Federico García Lorca.