Tesoro de los Quimbayas
Con el nombre de Tesoro de los Quimbayas se conoce a un conjunto de unas 130 piezas fundidas en oro que se hallaron en el año 1892 en dos tumbas de pozo colombianas, por supuesto atribuibles a la cultura precolombina de los Quimbayas. Unas piezas que fueron llevadas a la Exposición Histórico Americana que ese mismo año se celebraba en Madrid.
Y tras su exposición, el tesoro fue regalado al pueblo español, y por esa razón hoy en día se muestra en una de la salas del Museo de América de Madrid. Algo que no está exento de polémica, ya que cada cierto tiempo las autoridades colombianas demandan la propiedad de esas valiosas piezas.
El conjunto en sí es de lo más variado, ya que hay muchos objetos de joyería como pueden ser collares, agujas u orejeras, pero también hay cascos de oro o una peculiar vajilla en la que no faltan los recipientes con formas humanas. Y también hay dos instrumentos musicales y hasta media docena de objetos que son figuras masculinas y femeninas.
Es curioso ver en esas figuras humanas como los orfebres han representado las propias joyas que forman parte del tesoro. Es decir, podemos saber qué se usaba de collar, de brazalete o de orejera, y cómo se colocaban para adornar los cuerpos. Por ejemplo, se aprecia que los brazaletes no solo se usaban para las muñecas, sino también para debajo de las rodillas o los tobillos. O que los pendientes u orejeras adornaban el borde del pabellón auditivo.
Si bien, es cierto que aquí las figuras solo llevan esas joyas, ya que sus cuerpos se muestran completamente desnudos, sean hombres o mujeres. Unos cuerpos en los que predominan la simetría y también la frontalidad, ya que los volúmenes están claramente aplanados.
Lo cierto es que son figuras de bulto redondo, pero la predominancia absoluta es de la vista frontal, y menos desde la parte trasera, siendo las vistas de perfil las menos importantes. Algo que también tiene que ver con el concepto de hieratismo y la total ausencia de movimiento.
Dentro del ajuar son muy importantes los recipientes y los diferentes objetos, pero sin duda alguna, artísticamente hablando lo más impactante son las figuras humanas. En ellas llama la atención el desproporcionado tamaño de sus cabezas, donde se ha cuidado hasta el último detalle en el fundido de oro. De esta manera se ven rostros muy trabajados que nos muestran el ideal de belleza de la Cultura Quimbaya.
Posiblemente estemos ante la muestra más hermosa y de una técnica más depurada de la orfebrería americana indígena.