Tesoro del Señor de Sipán
A finales de la década de los ochenta, en torno al año 1987 el arquitecto peruano Walter Alva junto con su colega Luis Chero descubrieron uno de los hallazgos más destacados del arte hispanoamericano, un conjunto funerario perteneciente a la cultura moche o mochica que por primera vez parecía intacto. Si bien es cierto que para esta época ya había en los museos de todo el mundo un buen número de piezas pertenecientes a la cultura moche, era la primera vez que se hallaba un conjunto funerario completo, intacto ante los continuos ataques de los saqueadores.
La cultura moche fue una antigua cultura pre-inca que habitó la zona del río Moche entre los años 200 y 700 d.C. los restos arqueológicos encontrados evidencian los grandes avances de esta civilización con sofisticados sistemas de riegos, importantes construcciones palaciegas y funerarias e incluso un gran manejo de la producción cerámica.
La tumba del Señor de Sipán se encontró en una gran plataforma realizada en adobe y flanqueada por dos grandes pirámides con más de cuarenta metros de altura cada una, que se ubicaba en el centro del poblado de Sipán y conformaba uno de los centros religiosos más destacados de la época. Este tipo de construcciones funerarias nos hablan de la importancia que tenía la vida de ultratumba para la cultura moche. Parece ser que el famoso Señor de Sipán pudo ser una especie de afamado dirigente y guerrero que debió de morir a principios del Siglo III d.C.; su cuerpo fue momificado y enterrado en un ataúd de cañas acompañado de otras ocho personas que formarían su séquito en el Más Allá.
Entre los restos arqueológicos encontrados destaca especialmente las vestimentas que adornaban el cuerpo sin vida del gobernante: cascos, brazaletes, collares… realizados en oro y plata con incrustaciones de piedras preciosas y semipreciosas, en todo el conjunto apareció un ajuar funerario con más de cuatrocientas piezas de orfebrería. En este sentido, una de las piezas que más fascinación ha causado entre los arqueólogos es un espléndido collar realizados en oro y plata que representa a dos de las principales divinidades de la cultura moche, el Sol y la Luna. También es destacable la orejera realizada en oro y con representaciones de del Señor de Sipán acompañado de otros dos guerreros; el Señor ha sido realizado en oro con incrustaciones en turquesa y aparece representado como un guerrero con máscara y coraza, por su parte los guerreros que le acompañan fueron realizados en turquesa con incrustaciones de oro.
Sin lugar a dudas los restos de Sipán se ofrecen como una valiosa fuente de información sobre la cultura moche y el arte de la época preinca no sólo por aparecer intactos y en un gran estado de conservación, sino por ser la tumba de un alto dirigente mucho más destacable que el resto de enterramientos que habían sido encontrados hasta entonces. En la actualidad, los restos del tesoro del Señor de Sipán se encuentran en el Museo de las tumbas Reales de Sipán, Lambayeque.