El contraste, Rowlandson
A menudo cuando pensamos en las producciones artísticas tradicionales nos centramos en campos como la pintura, la escultura o la arquitectura, sin embargo antes de que las vanguardias hiciesen su aparición en la escena artística ya había un importante campo donde podemos encontrar numerosas e interesantes intervenciones artísticas, las ilustraciones.
En esta ocasión analizamos una obra de uno de los ilustradores ingleses más destacados de todos los tiempos, Thomas Rowlandson (1756 – 1827) quien nació en la ciudad de Londres en el seno de una familia acomodada. Su padre trabajó como comerciante y le proporcionó una esmerada educación; con tan sólo quince años entró en la Royal Academy y con posterioridad viajó a París y luego por Europa donde estudió y representó las formas de vida y costumbres de los ciudadanos del viejo continente. En la década de los setenta el artista recibió una importante herencia que dilapidó en las mesas de juego, este hecho hizo que Rowlandson tuviese que volver a pintar ganándose la vida como ilustrador de caricaturas satíricas. Se asoció entonces con el editor Rudolph Ackermann y juntos sacaron a la luz un buen número de grabados de corte irónico que tuvieron gran éxito. Si bien es cierto que en los grabados e ilustraciones de Rowlandson se puede ver la influencia de William Hogarth –aunque éste se centrase en las caricaturas políticas y Rowlandson en escenas de alto contenido sexual con las que denunciaba los vicios de su época- también podeos ver influencias de artistas clásicos con Hans Holbein el Joven.
A principios de la década de noventa el artista presentó un grabado en aguafuerte y acuarela que sorprendió por su impactante tono político, algo a lo que el artista no acostumbraba. Se trata de una obra de formato horizontal que el artista elaboró a partir de las indicaciones del oficial de la Armada británica, George Murray. La obra se encabeza con el título El contraste bajo el cual aparece la fecha de creación; posteriormente encontramos dos medallones con un reborde dorado donde podemos leer el título de cada uno de los medallones, el de la derecha aparece titulado como la Libertad inglesa mientras que el de la izquierda lo hace como Libertad francesa. En el de la Libertad inglesa la representación de las Islas Británicas se hace a través de una matrona romana –muy influenciada por las representaciones clásicas de Atenea-que aparece sedente junto con un león y portando un escudo con la bandera de las islas. En la obra aparecen diversos elementos que se relacionan con el sistema político inglés como el gorro frigio en relación a la libertad, la balanza en la equidad… completando la escena aparece un barco en alusión al poderío naval de Inglaterra y un árbol frondoso en relación a sus riquezas.
Contrapuesta a la imagen de Britania encontramos una representación de Francia –enemigo natural de Inglaterra- como una mujer vieja y harapienta con cabeza de medusa; aparece pisoteando un cadáver decapitado mientras en la mano ensalza un tridente con una cabeza y dos corazones ensartados. Bajo cada una de las representaciones un conjunto de palabras que aluden a la supuesta condición de cada país y finalmente una frase preguntando al espectador cuál de los dos elige.