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Abu Simbel según David Roberts

Publicado por A. Cerra

Exterior de Abu Simbel de David Roberts

El escocés David Roberts (1796 – 1864) empezó su carrera relacionada con la pintura haciendo el trabajo de pintor de viviendas, y en poco tiempo pasó a realizar la pintura de escenarios en algunos teatros londinenses. Así se ganó la vida hasta más o menos la treintena, pero en el año 1832 emprendió un largo viaje que le llevaría a España y también al norte de Marruecos. Un viaje en el que no pareó de realizar acuarelas de los lugares que visitaba. Algo que luego vendió con un tremendo éxito a su vuelta a Gran Bretaña.

Eran un tipo de imágenes perfectas para que triunfara entre el ambiente de Romanticismo de la época. Por un lado, su experiencia en los escenarios teatrales, le servía para concebir vistas espectaculares de los encuadres, además de que no dudaba en variar escalas, inventarse cosas o magnificar elementos que le dieran monumentalidad y expresividad a sus vistas. Y por si fuera poco también incluía escenas costumbristas que le aportaban un valor de anécdota, incluso de exotismo que tanto gustaba mucho en la época.

Durante mucho tiempo siguió realizando imágenes de este estilo en Inglaterra, a partir de los bocetos hechos durante su viaje por España y Marruecos. Así como también decidió viajar por diversos países europeos. Una experiencia que le sirvió para comprobar la tendencia al orientalismo que tenían muchos de los mecenas de la época y que hacía triunfar a pintores como Delacroix. De manera que emprendió un viaje más lejano que le llevara a Tierra Santa y al Próximo Oriente.

En 1838 se embarcó hacia destinos como la actual Jordania, Siria o Palestina. Y sobre todo viajó a Egipto donde iba a realizar un sinfín de pinturas, bocetos y acuarelas de los grandes hitos del imperio faraónico. Desde sus imágenes de las Pirámides de Giza hasta su pasión por los templos Luxor y Karnak, pasando por otros muchos conjuntos monumentales que también representó como los de Dendera o el Rameseum.

Interior de Abu Simbel de David Roberts

Y aunque es cierto que aplicó sus propios criterios escenográficos idealizándolas y dándoles un toque pintoresco a las imágenes para que fueran más comerciales. No es menos verdad que estas vistas son valiosos testimonios de cómo estaban los monumentos faraónicos en aquella época. Basta ver su serie sobre el templo de Abu Simbel ubicado en su emplazamiento original y no en el que se le dio tras la construcción de la presa de Asuán.

En definitiva, el trabajo que realizó durante ese viaje según el mismo le sirvió para vivir toda su vida, ya que de regreso a su país publicó hasta 6 volúmenes de litografías. Un trabajo que le valió incluso para formar parte de la Royal Academy londinense.