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Alegoría sobre la educación de Felipe III

Publicado por Laura Prieto Fernández

La alegoría de la educación de Felipe III es una obra alegórica que representa la educación a la que se vio sometido el monarca español de la casa de los Austrias. En este sentido el lienzo va mucho más allá de las típicas obras que adornaban por aquella época los salones de los palacios reales, se trata de un cuadro que debía mostrar a sus súbditos la esmerada preparación de su futuro monarca como representante de uno de los imperios más importantes de toda Europa.

No debemos olvidar que con la dinastía de los Austrias que se iniciaba en España con Carlos I de España y V de Alemania –el abuelo de Felipe III-, el imperio español incorporó numerosas posesiones hasta convertirse en una de las grandes potencias hegemónicas. Felipe III de España nació en Madrid en 1578 y pese a ser el cuarto en la línea sucesoria llego al trono español tras la muerte de sus hermanos Carlos (en realidad era hermanastro puesto que fue el hijo de Felipe II y su primera mujer), Diego Carlos y Lorenzo.

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Así nos encontramos ante un óleo sobre lienzo que con un formato vertical supera el metro de anchura y el metro y medio de altura. La obra fue encargada al pintor flamenco Justus Tiel por el rey Felipe II a finales del siglo XVI, en 1590, tan sólo ocho años antes de que el monarca falleciese y su hijo ocupase su lugar en el trono.

Justus Tiel fue un pintor renacentista de origen flamenco que trabajó como pintor de cámara de Felipe III. En realidad, no son muchos los datos que conocemos acerca de este artista aunque bien es cierto que sí se conservan distintos lienzos en los que se baraja su autoría pero cada uno de ellos aparece firmado de manera distinta, hecho que despista a los expertos. Sea como fuere lo cierto es que Tiel cosechó una gran fama ya en vida puesto que trabajó para algunos de los comitentes más destacados de su época.

En el lienzo que aquí nos ocupa encontramos en un primer plano al joven monarca que con gallardía dispuesto ligeramente de perfil y ataviado con una exquisita armadura que según las fuentes documentales sería la armadura que el I Duque de Terranova le regaló al monarca y que fue realizada por el artista orfebre Lucio Marliani. En ella se pueden observar multitud de alegoría como la de la Fama o la Victoria pero también las virtudes cardinales y la representación de buena parte del elenco de dioses griegos.

Tras el monarca la figura del tiempo representado como un hombre maduro aparta del rey a un Cupido que al llevar los ojos tapados no es el símbolo del amor sino más bien de los vicios. En su lugar el tiempo ha situado a la alegoría de la Virtud quien porta atributos tanto de la justicia con la balanza, la prudencia representada en el caduceo de Mercurio-, la templanza que se simboliza con las riendas del caballo y la fortaleza con la espada.