Arte
Inicio Pintura, Postimpresionismo Ambassadeurs de Toulouse-Lautrec

Ambassadeurs de Toulouse-Lautrec

Publicado por A. Cerra
Ambassadeurs de Toulouse Lautrec

Ambassadeurs de Toulouse Lautrec

Esta es una de las realizaciones más famosas que Henri Toulouse Lautrec hizo como pintor de cartelería. Principalmente realizó carteles de cabaret y espectáculos como se puede ver en la temática de otro de sus más famosos affiches, el de Jane Avril en el Jardin de París.

En el caso de Ambassadeurs, el cartel lo protagoniza el cantante y también propietario de locales nocturnos Aristide Bruant.

Es una obra de 1892, y aunque Toulouse Lautrec ha pasado a la historia del arte como uno de los más grandes e influyentes pintores del Postimpresionismo, lo cierto es que fue un diseñador gráfico extraordinariamente bien dotado y también muy influyente en otros diseñadores posteriores, prácticamente hasta la actualidad.

Para este cartel tan solo emplea seis colores, y siempre completamente planos: verde claro, negro, rojo, azul, malva y amarillo. Y de todo el conjunto destacan tanto el sombrero negro como la bufanda roja que porta Aristide Bruant. Es el gran logro de los carteles de Toulouse Lautrec, porque siempre usando muy pocos tonos logra grandes efectos visuales.

El uso de pocas tintas en su obra gráfica es lo habitual, al igual que este tipo de trabajos se caracterizan por el valor unitario que le da a toda la composición, ya que funde las escenas con la rotulación, que por supuesto es una tipografía completamente hecha a mano.

Para la realización de este tipo de trabajos, el pintor se puso en contacto con un publicista de la época, que le enseñó los recursos que empleaban las técnicas de marketing de finales del siglo XIX, y que luego él aplicó a sus litografías, modo en el que realizó la práctica totalidad de sus famosos carteles.

En este tipo de carteles siempre recurre a las siluetas de las figuras, como en los carteles de Mary Belfort de 1895, que es una de sus composiciones más simples, o el de Mary Milton del mismo año, donde se ven sus siluetas con el característico ritmo ondulante, algo que sin duda influyó muchísimo en la cartelería típicamente modernista que practicaron dibujantes de la talla del checo Alfons Maria Mucha, y también en ilustradores del Art Nouveau como el inglés Aubrey Beardsley.

El primero de sus trabajos en carteles publicitarios fue el titulado Moulin Rouge de 1891, donde ya se nos muestra como un diseñador muy sumario y con pocos colores, ya que solo usa cuatro tintas para lograr todos los efectos visuales de la obra.

La sensación de estas obras vienen a ser como un grito que sale de la pared donde se colocan, es decir, son de una tremenda fuerza publicitaria, a pesar de que Toulouse Lautrec jamás fue un profesional de la imprenta. Sin embargo, el profundo conocimiento del ambiente nocturno parisino, y su indudable maestría pictórica, lo han convertido en todo un referente histórico del mundo de la publicidad.