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Apoteosis de los Austrias de Luca Giordano

Publicado por A. Cerra
Apoteosis de los Austrias en el Escorial

Apoteosis de los Austrias en el Escorial

Luca Giordano (1632 – 1705) fue un hiperactivo pintor italiano que nació en la ciudad de Nápoles, sitio donde también daría sus primeros pasos como artista acompañando a su padre Antonio y también al pintor español José de Ribera, más conocido Lo Spagnoletto que en la ciudad napolitana realizó obras como El patizambo o Susana y los Viejos.

Pero tras ese tiempo de aprendizaje, Luca Giordano decide irse a Roma, donde trabajó con artistas como Cortona. Fue precisamente en este periodo cuando a Giordano se le comenzó a conocer como “Luca fa presto”, ya que hacía las obras con gran rapidez y un acierto sorprendente pese a la velocidad de ejecución.

Tras esa estancia en Roma, estuvo viviendo y pintando por distintas ciudades de Italia, hasta que en el año 1692, el rey Carlos II lo invita a España, donde rápidamente lo convierte en su pintor de cámara y donde comenzará a conocerse como Lucas Jordán.

Fue precisamente este monarca el que le encargó los frescos que aquí vemos. Una gran pintura mural a mayor gloria de la familia de los Austria que gobernaba en España desde comienzos del siglo XVI.

Unos frescos que se encuentran sobre la bóveda de la gran escalinata del Monasterio de san Lorenzo del Escorial, donde también realizó otras pinturas murales en la capilla real representando escenas de la Batalla de San Quintín o la Toma de Montmorency.

Tanto le gustaron estas pinturas al monarca español, que nunca le faltaron encargos en España, ya que realizó otros frescos para el Palacio del Buen Retiro en la propia ciudad de Madrid, así como pintó también en la Catedral de Toledo, en la iglesia de Atocha, y por supuesto en el Palacio Real madrileño.

E incluso, a la muerte de Carlos II, Luca Giordano trabajó para su descendiente, Felipe V al cual precisamente acompañó en un viaje a su Nápoles natal, donde acabaría falleciendo el artista.

La pregunta es por qué gustó tanto el arte de Giordano en España, un país que durante el siglo XVII había dado grandes maestros del Barroco como Velázquez, Murillo o Zurbarán, todos ellos de un estilo más contenido que Giordano. Quizás fuera por la simple evolución del arte barroco que ya prácticamente se puede considerar rococó debido a su gran ampulosidad.

Y en eso Luca Giordano fue un verdadero maestro porque en sus pinturas predominan sin duda alguna los efectismos y la espectacularidad. Para ello recurre a composiciones de lo más complejas a las que consigue darles un tono monumental gracias a su rico colorido y a la luminosidad que imprime a sus pinturas. En definitiva, consigue que toda la complejidad quede en un segundo plano, mientras que la primera sensación que nos transmite es mucha teatralidad y vida.